viernes, 29 de noviembre de 2019

Encuentran la primera galaxia con tres agujeros negros supermasivos

Encuentran la primera galaxia con tres agujeros negros supermasivos

NGC 6240 es un ejemplo bien estudiado de fusión de galaxias, pero este descubrimiento la hace aún más sorprendente.


Sarah Romero 27/11/2019

Los agujeros negros supermasivos actúan como motores que alimentan los centros de las galaxias, incluida nuestra galaxia, la Vía Láctea. Pero, por primera vez en la historia, un equipo internacional de astrónomos dirigido por científicos de las universidades de Gotinga y Potsdam, ha observado que una galaxia contiene tres agujeros negros supermasivos en su núcleo y que están sorprendentemente juntos. La galaxia irregular, NGC 6240, que está relativamente cerca, a 300 millones de años luz de distancia, tiene una forma inusual, lo que anteriormente llevó a los científicos a creer que se formó cuando dos galaxias más pequeñas colisionaron y comenzaron a fusionarse. Debido a su “cercanía”, los expertos han podido estudiarla en todas las longitudes de onda de la luz. Fue visto como un estándar para la interacción galáctica y los científicos pensaron que debido a la fusión, probablemente había dos agujeros negros en su núcleo. Sin embargo, cual no fue su sorpresa cuando identificaron un tercer agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia. Cada uno de ellos tiene la masa de más de 90 millones de soles, según las observaciones realizadas por el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile (ESO). Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver las imágenes.

Aumenta el misterio: encuentran otras 19 galaxias sin materia oscura

Aumenta el misterio: encuentran otras 19 galaxias sin materia oscura

Según las teorías vigentes, la materia oscura es el ingrediente fundamental de las galaxias, el «andamiaje» sin el cual no podrían existir


José Manuel Nieves MADRID Actualizado:27/11/2019 10:20h

A principios de junio de este mismo año, la comunidad internacional de astrónomos se veía sacudida por una noticia inesperada: la detección de una galaxia, la primera, sin materia oscura. Su nombre es DF2 y se encuentra a 65 millones de años luz de la Tierra. Su sola presencia fue todo un desafío, algo así como encontrarse de frente con un adulto que no ha pasado por la niñez. Y ahora ha vuelto a suceder. Un equipo de astrónomos de la Academia de Ciencias de Pekín, en efecto, acaba de anunciar en Nature Astronomy el hallazgo de otras 19 galaxias que contienen muy poca, o ninguna, materia oscura. DF2, por lo tanto, no es un caso aislado y el nuevo hallazgo, un auténtico bofetón en la cara de los científicos, nos dice a las claras que algo muy importante se nos debe estar escapando. Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

Descubren en nuestra galaxia un agujero negro tan descomunal que no debería existir

Descubren en nuestra galaxia un agujero negro tan descomunal que no debería existir

Su gigantesca masa, 70 veces mayor que la del Sol, es mucho mayor de lo que se creía posible


ABC Ciencia MADRID Actualizado:27/11/2019 19:24h

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, contiene unos 100 millones de agujeros negros estelares, unos cuerpos cósmicos formados por el colapso de estrellas masivas y tan densos que ni la luz puede escapar. Hasta ahora, los científicos habían estimado que la masa de cada uno de esos agujeros negros no era más de 20 veces mayor que la del Sol. Pero se equivocaban. Un equipo internacional liderado el el Observatorio Astronómico Nacional de China ha descubierto uno mucho más gigantesco. Y completamente inesperado. El coloso, con una masa 70 veces mayor, se encuentra a 15.000 años luz de la TierraClic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

Más información: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50603675

sábado, 23 de noviembre de 2019

Primera galaxia conocida con tres agujeros negros supermasivos

Primera galaxia conocida con tres agujeros negros supermasivos


Actualizado 21/11/2019 17:43:43 CET MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS)

Observaciones únicas han mostrado por primera vez tres agujeros negros supermasivos cercanos entre sí en el núcleo de la galaxia NGC 6240, lo que apunta a procesos de fusión simultáneos. Las galaxias masivas como la Vía Láctea generalmente consisten en cientos de miles de millones de estrellas y albergan un agujero negro con una masa de varios millones hasta varios cientos de millones de masas solares en sus centros. "A través de nuestras observaciones con una resolución espacial extremadamente alta, pudimos demostrar que el sistema de galaxias NGC 6240, a 300 millones de años luz, que interactúa alberga no dos, como se suponía anteriormente, sino tres agujeros negros supermasivos en su centro", informa en un comunicado el profesor Wolfram Kollatschny de la Universidad de Gotinga. Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Dos lunas de Neptuno practican un «baile salvaje» nunca antes visto

Dos lunas de Neptuno practican un «baile salvaje» nunca antes visto

Náyade y Talasa orbitan a tan solo 1.850 kilómetros de distancia, pero nunca se acercan tanto


ABC Ciencia MADRID Actualizado:19/11/2019 01:59h 

Neptuno tiene catorce lunas. Dos de ellas, las más internas, se mueven en órbitas realmente extremas que no tienen precedentes para los astrónomos. Los dos satélites, Náyade y Talasa, orbitan a tan solo 1.850 kilómetros de distancia, pero nunca se acercan tanto. Náyade se mueve inclinada y perfectamente sincronizada. Cada vez que su compañera más lenta pasa a su lado, se separa hasta 3.540 km. Los expertos lo describen como un «baile de evasión». En esta coreografía perpetua, Náyade gira alrededor del gigante de hielo cada siete horas, mientras que Talasa, en la pista exterior, tarda siete horas y media. Un observador sentado en Talasa vería a Náyade en una órbita que varía enormemente en un patrón de zigzag, pasando dos veces desde arriba y luego dos veces desde abajo. Este patrón se repite cada vez que Náyade gana cuatro vueltas a Talasa. Clic AQUÍ para seguir leyendo, ver la imagen y el vídeo.

La NASA confirma la presencia de agua en la superficie de la luna Europa

La NASA confirma la presencia de agua en la superficie de la luna Europa

Por primera vez, un equipo ha detectado directamente el vapor de agua lanzado al espacio por los géiseres del satélite de Júpiter


ABC Ciencia MADRID Actualizado:20/11/2019 10:05h 

Es posible que Europa posea todos los ingredientes necesarios para la vida. Los científicos saben desde hace tiempo que uno de ellos, el agua líquida, está presente debajo de la superficie helada y a veces es escupida al espacio por gigantescos géiseres. Pero nadie había podido confirmar directamente la presencia de agua en estos penachos. Ahora, un equipo internacional dirigido por el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, lo ha conseguido por primera vez. Ha detectado el vapor de agua sobre la superficie de Europa a través de uno de los telescopios más grandes del mundo en HawáiClic AQUÍ para seguir leyendo, ver la imagen y los vídeos.

Detectada la luz más potente del universo

Detectada la luz más potente del universo

Dos telescopios de Canarias aclaran cómo suceden las mayores explosiones del cosmos



El 14 de enero los dos telescopios MAGIC habían captado claramente un grupo de fotones —partículas de luz— que era unas 100 veces más potentes que cualquier otro detectado antes. “Aunque lo veía delante de mis ojos no podía creerlo”, explica Moretti. Todo había comenzado tres minutos antes de las nueve de la noche, cuando dos telescopios espaciales, Swift y Fermi, detectaron un potente estallido de rayos gamma. En unos 20 segundos enviaron una alerta a la Tierra. De forma totalmente automática, las dos imponentes antenas de 64 toneladas de los telescopios MAGIC giraron sobre sí mismas 35 segundos después para apuntar justo al punto del cielo desde el que llegaba la señal, que duró unos 30 minutos. [...] Dos estudios confirman que los MAGIC han sido los primeros en captar el grupo de fotones con más energía que se han observado después de un estallido de rayos gamma. Estas son las mayores explosiones del universo actual, capaces de liberar en apenas 100 segundos la misma energía que emitirá el Sol en lo que le queda de vida (unos 10.000 millones de años). Los fotones registrados tienen una energía media de un teraelectronvoltio, un billón de veces más que los fotones convencionales que podemos ver los humanosClic AQUÍ para seguir leyendo y ver las imágenes.

Más información: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2019/11/20/5dd433d8fc6c8336298b4816.html

sábado, 9 de noviembre de 2019

La nueva e impresionante foto de Marte enviada por el Curiosity

La nueva e impresionante foto de Marte enviada por el Curiosity

El rover marciano continúa su búsqueda de rastros de vida, tanto presente como pasada


ABC Ciencia MADRID Actualizado:08/11/2019 18:34h

Nuevas imágenes llegan desde Marte de mano del rover Curiosity, el único vehículo humano que aún se encuentra recorriendo la superficie marciana. Esta vez se trata de una fotografía tomada mientras el rover sube el Monte Sharp (o Aeolis Mons), de unos cinco metros de altura, en el centro de cráter Gale, el «vecindario» que Curiosity está examinando en busca y captura de posible vida. La instantánea fue tomada el pasado 1 de noviembre por una de las cámaras de navegación del rover, que viaja a unos 30 metros la hora. Es posible ver el borde del cráter -cuyo origen está en el impacto de un meteorito gigante hace 3.500 millones de años-, que son las montañas con brumas del fondo de la imagen y que se encuentra a unos 80 kilómetros. En primer plano se pueden apreciar las piedras desgastadas de la superficie marciana, que son objeto de estudio del CuriosityClic AQUÍ para seguir leyendo, ver la imagen y el vídeo.

viernes, 8 de noviembre de 2019

La Voyager 2 se adentra en el medio interestelar

La Voyager 2 se adentra en el medio interestelar

Dos estudios confirman el ingreso de Voyager 2 al medio interestelar y proporcionan detalles sobre las características de la heliopausa.


Laura Marcos Noviembre 2019

Después del histórico hito de aquel 25 de agosto de 2012, en el que por primera vez un artefacto creado por el ser humano alcanzaba el espacio interestelar, la sonda Voyager 1; y de que su hermana, la Voyager 2, hiciera lo propio el 5 de noviembre de 2018, ahora sabemos que la Voyager 2 se ha adentrado en el medio interestelar, dejando atrás la frontera del sistema solar, y dejando de estar oficialmente bajo su influencia. Después de la Voyager 1, es el segundo objeto hecho por el ser humano que lo consigue. La noticia ha sido confirmada por investigadores de la Universidad de Iowa y ha sido publicada en dos artículos en la revista Nature Astronomy. La sonda Voyager 2 alcanzó el límite del sistema solar el 5 de noviembre de 2018, hace exactamente un año. Ahora, la sonda ha cruzado este límite y se adentrado en el medio interestelar (ISM), una región más allá del límite de la burbuja producida por el viento solar. Esta región podría definirse como el espacio que separa las estrellas entre síClic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

viernes, 1 de noviembre de 2019

Se confirma que las colisiones de estrellas de neutrones crean elementos pesados

Se confirma que las colisiones de estrellas de neutrones crean elementos pesados

En la radiación del suceso de ondas gravitatorias GW170817 se ha detectado la presencia de estroncio. Es una confirmación de que es en sucesos así donde deben de formarse alrededor de la mitad de los elementos más pesados que el hierro. El origen de esos núcleos atómicos estuvo poco claro para los investigadores durante decenios.


Lars Fischer 29 de octubre de 2019

Darach Watson, del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, y sus colaboradores han captado ahora la señal de uno de los elementos que se generan mediante el proceso r: acababa de crearse tras la colisión de dos estrellas de neutrones. Como explican en Nature, en la radiación de la kilonova AT2017gfo hay líneas de absorción del estroncio, el metal cuyo número atómico es 38 (el del hierro es el 26). Aquel fogonazo en la galaxia NGC 4993 (las kilonovas son unas mil veces más brillantes que una nova) coincidió con el suceso de ondas gravitatorias GW170817. Ambos fenómenos fueron el resultado dual, según se sigue del análisis de esas ondas, de que dos estrellas de neutrones se fundiesen (en una estrella de neutrones o en un agujero negro). Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

Descubren un agujero negro más pequeño de lo que se creía posible

Descubren un agujero negro más pequeño de lo que se creía posible

Detectan el agujero negro más pequeño observado hasta ahora, con un tamaño de 3,3 veces la masa del Sol. Está en las afueras de la Vía Láctea, en la constelación Auriga


TERESA GUERRERO @teresaguerrerof Madrid Actualizado Jueves, 31 octubre 2019 - 19:06

Los científicos creen haber descubierto una nueva clase de agujeros negros: unos minimonstruos galácticos tan pequeños que se pensaba que no existían. Así lo asegura un estudio publicado este jueves en la revista Science. El nuevo agujero negro localizado tendría sólo 3,3 veces la masa de nuestro sol. Tal y como detalla a EL MUNDO su descubridor, Todd Thompson, de la Universidad del Estado de Ohio, "este objeto se encuentra a las afueras de la Vía Láctea, en la constelación Auriga". Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

Más información: https://www.abc.es/ciencia/abci-descubren-nueva-clase-agujero-negro-201910311940_noticia.html

Telescopios de ESO detectan lo que podría ser el planeta enano más pequeño del Sistema Solar

Telescopios de ESO detectan lo que podría ser el planeta enano más pequeño del Sistema Solar

28 de Octubre de 2019
Utilizando el instrumento SPHERE, instalado en el VLT (Very Large Telescope) de ESO, un equipo de astrónomos ha revelado que el asteroide Higía podría clasificarse como planeta enano. El objeto es el cuarto más grande del cinturón de asteroides después de Ceres, Vesta y Pallas. Por primera vez, los astrónomos han observado a Higía con una resolución lo suficientemente alta como para estudiar su superficie y determinar su forma y tamaño. Descubrieron que Higía es esférica, pudiendo destronar a Ceres como poseedora del título de planeta enano más pequeño del Sistema Solar.
Como objeto del cinturón principal de asteroidesHigía satisface de inmediato tres de los cuatro requisitos para ser clasificado como un planeta enano: orbita alrededor del Sol, no es una luna y, a diferencia de un planeta, no ha despejado los alrededores de su órbita. El requisito final es que tenga la suficiente masa como para tener su propia gravedad, generando así una forma más o menos esférica. Esto es lo que las observaciones de VLT han revelado ahora sobre Higía.
"Gracias a la capacidad única del instrumento SPHERE, instalado en el VLT (uno de los sistemas más potentes del mundo para la obtención de imágenes), pudimos resolver la forma de Higía, que resulta ser casi esférica", afirma el investigador principal Pierre Vernazza, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, en Francia. "Gracias a estas imágenes, Higía puede ser reclasificada como un planeta enano, por ahora el más pequeño del Sistema Solar".
El equipo también utilizó las observaciones de SPHERE para restringir el tamaño de Higía, estimando su diámetro en poco más de 430 km. Plutón, el más famoso de los planetas enanos, tiene un diámetro cercano a 2400 km, mientras que Ceres tiene unos 950 km de tamaño.
Sorprendentemente, tal y como indica el estudio publicado hoy en la revista Nature Astronomy, las observaciones también revelaron que Higía carece del gran cráter de impacto que los científicos esperaban ver en su superficie. Higía es el miembro principal de una de las familias de asteroides más grandes, con cerca de 7000 miembros que surgieron del mismo cuerpo principal. Los astrónomos esperaban que el evento que condujo a la formación de esta numerosa familia hubiera dejado una gran y profunda huella en Higía.
"Este resultado fue una verdadera sorpresa, ya que esperábamos la presencia de una gran cuenca de impacto, como ocurre con Vesta", confirma Vernazza. Aunque los astrónomos han observado la superficie de Higía con una cobertura del 95%, sólo pudieron identificar dos posibles cráteres no concluyentes. "Ninguno de estos dos cráteres podría haber sido causado por el impacto que originó la familia Higía de asteroides, cuyo volumen es comparable al de un objeto de 100 km de tamaño. Son demasiado pequeños", explica el coautor del estudio Miroslav Broo, del Instituto Astronómico de la Universidad Charles de Praga, República Checa.
El equipo decidió investigar más a fondo. Usando simulaciones numéricas, dedujeron que la forma esférica de Higía y la gran familia de asteroides son, probablemente, el resultado de una gran colisión frontal con un gran proyectil de un diámetro de entre 75 y 150 km. Sus simulaciones muestran que este violento impacto, que se cree ocurrió hace unos 2.000 millones de años, destrozó por completo el cuerpo principal. Una vez que las piezas sobrantes volvieron a unirse, le dieron a Higía su forma redonda y miles de asteroides compañeros. "Tamaña colisión entre dos cuerpos grandes en el cinturón de asteroides es única en los últimos 3-4 mil millones de años", dice Pavel Ševeček, un estudiante de doctorado del Instituto Astronómico de la Universidad de Charles que también participó en el estudio.
El estudio en detalle de los asteroides ha sido posible gracias, no sólo a los avances en el cálculo numérico, sino también al hecho de contar con telescopios cada vez más potentes. "Gracias al VLT y al instrumento de óptica adaptativa de nueva generación SPHERE, ahora obtenemos imágenes de asteroides del cinturón principal con una resolución sin precedentes, cerrando la brecha entre las observaciones basadas en tierra y las observaciones de misiones interplanetarias", concluye Vernazza.

Información adicional

Esta investigación se ha presentado en un artículo que aparece en la revista Nature Astronomy el 28 de octubre de 2019.
El equipo está formado por P. Vernazza (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia); L. Jorda (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia); P. Ševeček (Instituto de Astronomía, Universidad Charles, Praga, República Checa); M. Brož (Instituto de Astronomía, Universidad Charles, Praga, República Checa); M. Viikinkoski (Matemáticas y Astadística, Universidad Tampere, Tampere, Finlandia); J. Hanuš (Instituto de Astronomía, Universidad Charles, Praga, República Checa); B. Carry (Universidad de la Costa Azul, Observatorio de la Costa Azul, CNRS, Laboratorio Lagrange, Niza, Francia); A. Drouard (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia); M. Ferrais (Instituto de Investigación en Ciencias Espaciales, Tecnología y Astrofísica, Universidad de Lieja, Lieja, Bélgica); M. Marsset (Departamento de Ciencias Planetarias, Atmosféricas y de la Tierra, MIT, Cambridge, MA, EE.UU.); F. Marchis (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia, e Instituto SETI, Centro Carl Sagan, Mountain View, EE.UU.); M. Birlan (Observatorio de París, París, Francia); E. Podlewska-Gaca (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia, e Instituto de Física, Universidad de Szczecin, Polonia); E. Jehin (Instituto de Investigación en Ciencias Espaciales, Tecnología y Astrofísica, Universidad de Lieja, Lieja, Bélgica); P. Bartczak (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia); G. Dudzinski (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia); J. Berthier (Observatorio de París, París, Francia); J. Castillo-Rogez (Laboratorio de Propulsión a Chorro, Instituto Tecnológico de California, Pasadena, California, EE.UU.); F. Cipriani (Agencia Espacial Europea, ESTEC – Oficina de Apoyo Científico, Países Bajos); F. Colas (Observatorio de París, París, Francia); F. DeMeo (Departamento de Ciencias Planetarias, Atmosféricas y de la Tierra, MIT, Cambridge, MA, EE.UU.); C. Dumas (Observatorio TMT, Pasadena, EE.UU.); J. Durech (Instituto de Astronomía, Universidad Charles, Praga, República Checa); R. Fetick (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia, y ONERA, El Laboratorio Aeroespacial Francés, Chatillon Cedex, Francia); T. Fusco (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia, y ONERA, El Laboratorio Aeroespacial Francés, Chatillon Cedex, Francia); J. Grice (Universidad de la Costa Azul, Observatorio de la Costa Azul, CNRS, Laboratorio Lagrange, Niza, Francia y Universidad Abierta, Escuela de Ciencias Físicas, La Universidad Abierta, Milton Keynes, Reino Unido); M. Kaasalainen (Matemáticas y Estadística, Universidad Tampere, Tampere, Finlandia); A. Kryszczynska (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia); P. Lamy (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia); H. Le Coroller (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia); A. Marciniak (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia); T. Michalowski (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia); P. Michel (Universidad de la Costa Azul, Observatorio de la Costa Azul, CNRS, Laboratorio Lagrange, Niza, Francia); N. Rambaux (Observatorio de París, París, Francia); T. Santana-Ros (Departamento de Fı́sica, Universidad de Alicante, Alicante, España); P. Tanga (Universidad de la Costa Azul, Observatorio de la Costa Azul, CNRS, Laboratorio Lagrange, Niza, Francia); F. Vachier (Observatorio de París, París, Francia); A. Vigan (Universidad de Aix-Marsella, CNRS, Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Marsella, Francia); O. Witasse (Agencia Espacial Europea, ESTEC – Oficina de Apoyo Científico, Países Bajos); B. Yang (Observatorio Europeo Austral, Santiago, Chile); M. Gillon (Instituto de Investigación en Ciencias Espaciales, Tecnología y Astrofísica, Universidad de Lieja, Lieja, Bélgica); Z. Benkhaldoun (Observbatorio Oukaimeden, Laboratorio de Física de Altas Energías y de Astrofísica, Universidad Cadi Ayyad, Marrakech, Marruecos); R. Szakats (Observatorio Konkoly, Centro de Investigación en Astronomía y Ciencias de la Tierra, Academia Húngara de Ciencias, Budapest, Hungría); R. Hirsch (Instituto del Observatorio Astronómico, Facultad de Física, Universidad Adam Mickiewicz, Poznan, Polonia); R. Duffard (Instituto de Astrofísica de Andalucía, Glorieta de la Astronomía S/N, Granada, España); A. Chapman (Buenos Aires, Argentina), J. L. Maestre (Observatorio de Albox, Almería, España).
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con dieciséis países miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con Chile, país anfitrión, y Australia como aliado estratégico. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), el más avanzado del mundo, así como dos telescopios de rastreo: VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía), que trabaja en el infrarrojo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT), que rastrea en luz visible. ESO también es socio de dos instalaciones en Chajnantor, APEX y ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Finalmente, en Cerro Armazones, cerca de Paranal, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), de 39 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.

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José Miguel Mas Hesse
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Pierre Vernazza
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