sábado, 27 de marzo de 2021

Algo invisible está destrozando el cúmulo de estrellas más cercano al Sol

Algo invisible está destrozando el cúmulo de estrellas más cercano al Sol

Investigadores creen que las Híades han sido aplastadas por una nube de materia oscura equivalente a diez millones de masas solares


ABC Ciencia MADRID Actualizado:27/03/2021 01:46h

Una estructura masiva invisible y muy poderosa, equivalente a diez millones de masas solares, está aniquilando el cúmulo de estrellas más cercano al Sol. Así lo indican los datos del satélite de cartografía estelar Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA). Por el momento, los científicos desconocen qué fuerza es capaz de provocar una destrucción semejante, aunque sospechan que puede tratarse de unos «subhalos de materia oscura». Se trata de unas hipotéticas nubes de partículas que nadie ha visto jamás, pero que serían reliquias de la formación de la Vía Láctea esparcidas por la galaxia, ejerciendo una gran influencia gravitacional sobre cualquier cosa que se acerque demasiado. El equipo de Tereza Jerabkova, investigadora de la ESA, hizo el descubrimiento mientras estudiaba las Híades, el cúmulo de estrellas más cercano al Sol. Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.

viernes, 26 de marzo de 2021

Un equipo de astrónomos obtiene una imagen de los campos magnéticos presentes en los límites del agujero negro de M87

Un equipo de astrónomos obtiene una imagen de los campos magnéticos presentes en los límites del agujero negro de M87

24 de Marzo de 2021, Madrid

La colaboración EHT (Event Horizon Telescope, telescopio del horizonte de sucesos), que produjo la primera imagen de un agujero negro, ha revelado hoy cómo se ve con luz polarizada el enorme objeto que hay en el centro de la galaxia Messier 87 (M87). Es la primera vez que los astrónomos son capaces de medir la polarización (una huella que dejan los campos magnéticos) tan cerca del borde de un agujero negro. Las observaciones son clave para explicar cómo la galaxia M87, situada a 55 millones de años luz de distancia, es capaz de lanzar chorros energéticos desde su núcleo.

“Lo que vemos es la siguiente evidencia crucial para entender cómo se comportan los campos magnéticos alrededor de los agujeros negros, y cómo la actividad en esta región muy compacta del espacio puede generar potentes chorros que se extienden mucho más allá de la galaxia”, afirma Monika Mościbrodzka, Coordinadora del Grupo de Trabajo de Polarimetría del EHT y Profesora Adjunta en la Universidad Radboud (Países Bajos).

El 10 de abril de 2019, un equipo de científicos publicó la primera imagen de un agujero negro, revelando una estructura brillante similar a un anillo con una región central oscura: la sombra del agujero negro. Desde entonces, la colaboración EHT ha profundizado en los datos recopilados en 2017 sobre el objeto supermasivo que se encuentra en el corazón de la galaxia M87. Han descubierto que una fracción significativa de la luz que hay alrededor del agujero negro M87 está polarizada.

“Este trabajo es un hito importante: la polarización de la luz lleva información que nos permite entender mejor la física que hay detrás de la imagen que vimos en abril de 2019, algo que antes no era posible”, explica Iván Martí-Vidal, también coordinador del Grupo de Trabajo de Polarimetría del EHT e Investigador Distinguido GenT en la Universidad de Valencia (España). Añade que “la presentación de esta nueva imagen de luz polarizada requirió años de trabajo debido a las complejas técnicas implicadas en la obtención y análisis de los datos”.

La luz se polariza cuando pasa por ciertos filtros, como las lentes de las gafas de sol polarizadas, o cuando se emite en regiones calientes del espacio donde hay campos magnéticos. Del mismo modo en que las gafas de sol polarizadas nos ayudan a ver mejor reduciendo los reflejos y el deslumbramiento que provocan las superficies brillantes, los astrónomos pueden obtener una visión más precisa de la región que hay alrededor del agujero negro estudiando cómo se polariza la luz que se origina en ella. En concreto, la polarización permite a los astrónomos mapear las líneas de campo magnético presentes en el borde interior del agujero negro.

Según Andrew Chael, miembro de la colaboración EHT e Investigador Fellow NASA Hubble en el Centro para Ciencias Teóricas de Princeton y la Iniciativa Gravity de Princeton (EE.UU.), “Las imágenes polarizadas recién publicadas son clave para entender cómo el campo magnético permite que el agujero negro 'coma' materia y lance potentes chorros”.

Los brillantes chorros de energía y materia que emergen del núcleo de M87y se extienden al menos 5000 años luz desde su centro, son una de las características más misteriosas y energéticas de la galaxia. La mayoría de la materia que hay cerca del borde de un agujero negro acaba precipitándose en él. Sin embargo, algunas de las partículas circundantes escapan momentos antes de la captura y son lanzadas al espacio a grandes distancias en forma de chorros.

Los astrónomos se han basado en diferentes modelos de cómo se comporta la materia cerca de este agujero negro para entender mejor el proceso. Pero todavía no saben exactamente cómo se lanzan chorros más grandes que la propia galaxia desde su región central (comparable en tamaño al Sistema Solar), ni cómo cae la materia en el agujero negro. Con la nueva imagen obtenida por el EHT del agujero negro y su sombra en luz polarizada, los astrónomos han podido estudiar por primera vez la región que hay justo fuera del agujero negro, donde tiene lugar esta interacción entre la materia que fluye y la que es expulsada.

Las observaciones proporcionan nueva información sobre la estructura de los campos magnéticos que hay justo fuera del agujero negro. El equipo vio que, para explicar lo que están viendo en el horizonte de sucesos, solo encajaban los modelos teóricos que incluían gas fuertemente magnetizado.

“Las observaciones sugieren que los campos magnéticos del borde del agujero negro son lo suficientemente fuertes como para tirar del gas caliente, haciendo que resista la atracción gravitatoria. Sólo el gas que se desliza a través del campo puede entrar en espiral hacia el horizonte de sucesos”, explica Jason Dexter, Profesor Adjunto de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU.) y coordinador del Grupo de Trabajo de Teoría del EHT.

Para observar el corazón de la galaxia M87, la colaboración vinculó ocho telescopios de todo el mundo -entre ellos ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), con sede en el norte de Chile, y APEX (Atacama Pathfinder Experiment), de los que ESO (Observatorio Europeo Austral) es socio- para crear un telescopio virtual del tamaño de la Tierra, el EHT. La impresionante resolución obtenida con el EHT es equivalente a la necesaria para medir la longitud de una tarjeta de crédito en la superficie de la Luna.

“Con ALMA y APEX, que por su ubicación en el sur mejoran la calidad de imagen añadiendo ampliación geográfica a la red EHT, los científicos europeos han podido desempeñar un papel central en la investigación”, afirma Francisca Kemper, científica del Programa Europeo ALMA de ESO. “Con sus 66 antenas, ALMA domina la colección general de señales en luz polarizada, mientras que APEX ha sido esencial para la calibración de la imagen”.

“Los datos de ALMA también fueron cruciales para calibrar, obtener imágenes e interpretar las observaciones del EHT, proporcionando un marco restringido a los modelos teóricos que explican cómo se comporta la materia cerca del horizonte de sucesos del agujero negro”, añade Ciriaco Goddi, científico de la Universidad de Radboud y del Observatorio de Leiden (Países Bajos), quien dirigió un estudio de apoyo que se basó únicamente en observaciones de ALMA.

La configuración EHT permitió al equipo observar directamente la sombra del agujero negro y el anillo de luz a su alrededor, con la nueva imagen de luz polarizada mostrando claramente que el anillo está magnetizado. Los resultados se publican hoy en dos artículos separados de la colaboración EHT en la revista The Astrophysical Journal Letters. En la investigación participaron más de 300 investigadores de múltiples organizaciones y universidades de todo el mundo.

“El EHT está haciendo rápidos avances, se están añadiendo nuevos observatorios y se llevan a cabo actualizaciones tecnológicas. Esperamos que futuras observaciones de EHT revelen con mayor precisión la estructura del campo magnético que hay alrededor del agujero negro y nos cuenten más sobre la física del gas caliente de esta región”, concluye Jongho Park, miembro de la colaboración EHT y Fellow en la Asociación de Observatorios Principales de Asia Oriental del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sínica, en Taipei.

Información adicional

Este trabajo de investigación se ha presentado en dos artículos científicos elaborados por la colaboración EHT y publicados hoy en la revista The Astrophysical Journal Letters: "First M87 Event Horizon Telescope Results VII: Polarization of the Ring" y "First M87 Event Horizon Telescope Results VIII: Magnetic Field Structure Near The Event Horizon". Una investigación de apoyo se presenta en el artículo científico "Polarimetric properties of Event Horizon Telescope targets from ALMA" por Goddi, Martí-Vidal, Messias, y la colaboración EHT, que ha sido aceptado para su publicación en la revista The Astrophysical Journal Letters.

La colaboración EHT involucra a más de 300 investigadores de África, Asia, Europa, América del Norte y América del Sur. Esta colaboración internacional trabaja para captar las imágenes más precisas jamás obtenidas de agujeros negros mediante la creación de un telescopio virtual del tamaño de la Tierra. Con el apoyo de una considerable inversión internacional, el EHT vincula diversos telescopios utilizando sistemas novedosos, creando un instrumento fundamentalmente nuevo con la potencia de resolución angular más alta que se ha logrado nunca.

Los telescopios individuales involucrados son: ALMA, APEX, el Telescopio de 30 metros del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM); el Observatorio IRAM NOEMA; el JCMT (Telescopio James Clerk Maxwell); el Gran Telescopio Milimétrico (GTM); el Conjunto Submilimétrico (SMA); el Telescopio Submilimétrico (SMT); el Telescopio del Polo Sur (SPT); el Telescopio Kitt Peak; y el Telescopio de Groenlandia (GLT).

El consorcio EHT está formado por 13 institutos: el Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sínica, la Universidad de Arizona, la Universidad de Chicago, el Observatorio de Asia Oriental, la Universidad Goethe de Frankfurt, el Instituto de Radioastronomía Milimétrica, el Gran Telescopio Milimétrico, el Instituto Max Planck de Radioastronomía, el Observatorio Haystack del MIT, el Observatorio Astronómico Nacional de Japón, el Instituto Perimeter de Física Teórica, la Universidad de Radboud y del Observatorio Astrofísico Smithsoniano.

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con dieciséis países miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con Chile, país anfitrión, y Australia como aliado estratégico. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de potentes instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel promoviendo y organizando la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), el más avanzado del mundo, así como dos telescopios de rastreo: VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía), que trabaja en el infrarrojo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT), que rastrea en luz visible. También en Paranal, ESO albergará y operará el CTA Sur (Cherenkov Telescope Array South), el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. ESO también es socio principal de dos instalaciones en Chajnantor, APEX y ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Finalmente, en Cerro Armazones, cerca de Paranal, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), de 39 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

El conjunto ALMA, (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) es una instalación astronómica internacional fruto de la colaboración entre ESO, la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU. (NSF, National Science Foundation) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS, National Institutes of Natural Sciences) en cooperación con la República de Chile. ALMA está financiado por ESO en nombre de sus países miembros; por la NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC, National Research Council) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MOST, Ministry of Science and Technology), y por el NINS en cooperación con la Academia Sínica (AS) de Taiwán y el Instituto de Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea (KASI, Korea Astronomy and Space Science Institute). La construcción y operaciones de ALMA están lideradas por ESO en nombre de sus países miembros; por el Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO, National Radio Astronomy Observatory), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de América del Norte; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ, National Astronomical Observatory of Japan) en representación de Asia Oriental. El Observatorio Conjunto ALMA (JAO, Joint ALMA Observatory) proporciona al proyecto la unificación tanto del liderazgo como de la gestión de la construcción, puesta a punto y operaciones de ALMA.

El grupo de investigación BlackHoleCam recibió, en 2013, una Synergy Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC) dotada con 14 millones de euros. Los investigadores principales son Heino Falcke, Luciano Rezzolla y Michael Kramer y los institutos asociados son JIVE, IRAM, MPE Garching, IRA/INAF Bolonia, SKA y ESO. BlackHoleCam forma parte de la colaboración del Telescopio de Horizonte de Sucesos (EHT, Event Horizon Telescope).

Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.

El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.

Enlaces

Contactos

José Miguel Mas Hesse
Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)
Madrid, España
Tlf.: (+34) 918131196
Correo electrónico: mm@cab.inta-csic.es

Monika Mościbrodzka
Radboud Universiteit
Nijmegen, The Netherlands
Tlf.: +31-24-36-52485
Correo electrónico: m.moscibrodzka@astro.ru.nl

Ivan Martí Vidal
Universitat de València
Burjassot, València, Spain
Tlf.: +34 963 543 078
Correo electrónico: i.marti-vidal@uv.es

Ciska Kemper
European Southern Observatory
Garching bei München, Germany
Tlf.: +49(0)89-3200-6447
Correo electrónico: Francisca.Kemper@eso.org

Andrew Chael
Princeton University Center for Theoretical Science
Princeton, New Jersey, USA
Correo electrónico: achael@princeton.edu

Jason Dexter
University of Colorado Boulder
Boulder, Colorado, USA
Tlf.: +1 303-492-7836
Correo electrónico: jason.dexter@colorado.edu

Jongho Park
Academia Sinica, Institute of Astronomy and Astrophysics
Taipei
Tlf.: +886-2-2366-5462
Correo electrónico: jpark@asiaa.sinica.edu.tw

Ciriaco Goddi
Radboud University and Leiden Observatory
Nijmegen and Leiden, The Netherlands
Correo electrónico: c.goddi@astro.ru.nl

Sara Issaoun
EHT collaboration member at Radboud Universiteit
Nijmegen, The Netherlands
Tlf.: +31 (0)6 84526627
Correo electrónico: s.issaoun@astro.ru.nl

Huib Jan van Langevelde
EHT Project Director, Joint Institute for VLBI ERIC
Dwingeloo, The Netherlands
Tlf.: +31-521-596515
Móvil: +31-62120 1419
Correo electrónico: langevelde@jive.eu

Geoffrey C. Bower
EHT Project Scientist, Academia Sinica Institute of Astronomy and Astrophysics
Hilo, HI, USA
Móvil: +1 (510) 847-1722
Correo electrónico: gbower@asiaa.sinica.edu.tw

Bárbara Ferreira
ESO Media Manager
Garching bei München, Germany
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viernes, 19 de marzo de 2021

Por primera vez, miden potentes vientos estratosféricos en Júpiter

Por primera vez, miden potentes vientos estratosféricos en Júpiter

18 de Marzo de 2021, Madrid

Utilizando el conjunto ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), del que el Observatorio Europeo Austral (ESO) es socio, un equipo de astrónomos ha medido por primera vez, de forma directa, los vientos de la atmósfera media de Júpiter. Al analizar las secuelas de una colisión de cometas que tuvo lugar en la década de 1990, los investigadores han revelado que, cerca de los polos de Júpiter, se desencadenaron vientos de una enorme potencia, con velocidades de hasta 1450 kilómetros por hora. Podrían representar lo que el equipo ha descrito como una "bestia meteorológica única en nuestro Sistema Solar".

Júpiter es famoso por sus distintivas bandas rojas y blancas: nubes arremolinadas de gas en movimiento que los astrónomos utilizan tradicionalmente para rastrear los vientos de la atmósfera inferior de Júpiter. Los astrónomos también han visto, cerca de los polos de Júpiter, los vívidos resplandores conocidos como auroras, que parecen estar asociados con fuertes vientos en la atmósfera superior del planeta. Pero, hasta ahora, los investigadores nunca habían podido medir de forma directa los patrones de los vientos que tienen lugar entre estas dos capas atmosféricas, en la estratosfera.

Medir las velocidades del viento en la estratosfera de Júpiter utilizando técnicas de seguimiento de nubes es imposible debido a la ausencia de nubes en esta parte de la atmósfera. Sin embargo, los astrónomos obtuvieron una ayuda alternativa para poder llevar a cabo estas mediciones: el cometa Shoemaker-Levy 9, que colisionó con el gigante gaseoso de manera espectacular en 1994. Este impacto produjo nuevas moléculas en la estratosfera de Júpiter, donde se han estado moviendo con los vientos desde entonces.

Un equipo de astrónomos, dirigido por Thibault Cavalié, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (Francia), ha rastreado una de estas moléculas - cianuro de hidrógeno - para medir directamente los "chorros" estratosféricos en Júpiter. Los científicos usan la palabra "chorros" para referirse a bandas estrechas de viento en la atmósfera, como las corrientes de chorro de la Tierra.

“El resultado más espectacular es la presencia de fuertes chorros, con velocidades de hasta 400 metros por segundo, que se encuentran bajo la aurora, cerca de los polos, afirma Cavalié. Estas velocidades de viento, equivalentes a unos 1450 kilómetros por hora, son más del doble de las velocidades máximas de tormenta alcanzadas en la Gran Mancha Roja de Júpiter y más del triple de la velocidad del viento medida en los tornados más fuertes de la Tierra.

“Nuestra detección indica que estos chorros podrían comportarse como un vórtice gigante con un diámetro de hasta cuatro veces el de la Tierra y unos 900 kilómetros de altura, explica el coautor, Bilal Benmahi, también del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos. “Un vórtice de este tamaño sería una bestia meteorológica única en nuestro Sistema Solar”, añade Cavalié.

Los astrónomos conocían los fuertes vientos que hay cerca de los polos de Júpiter, pero en una parte mucho más alta de la atmósfera, cientos de kilómetros por encima del área en la que se centra el nuevo estudio, que se publica hoy en la revista Astronomy & Astrophysics. Estudios previos predijeron que estos vientos de la atmósfera superior disminuirían en velocidad y desaparecerían mucho antes de llegar a una zona tan profunda como la estratosfera. Según Cavalié, “Los nuevos datos de ALMA nos dicen lo contrario”, y añade que encontrar estos fuertes vientos estratosféricos cerca de los polos de Júpiter fue una "verdadera sorpresa".

El equipo utilizó 42 de las 66 antenas de alta precisión de ALMA, ubicadas en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, para analizar las moléculas de cianuro de hidrógeno que se han estado moviendo en la estratosfera de Júpiter desde el impacto de Shoemaker-Levy 9. Los datos de ALMA les permitieron medir el efecto Doppler —pequeños cambios en la frecuencia de la radiación emitida por las moléculas— causado por los vientos en esta región del planeta. “Al medir este cambio, pudimos deducir la velocidad de los vientos de manera muy similar a como se hace para deducir la velocidad de un tren que pasa por el cambio en la frecuencia del silbato del tren”, explica el coautor del estudio, Vincent Hue, científico planetario del Instituto de Investigación Southwest, en Estados Unidos.

Además de los sorprendentes vientos polares, el equipo utilizó ALMA para confirmar, también por primera vez, la existencia de fuertes vientos estratosféricos alrededor del ecuador del planeta midiendo directamente su velocidad. Los chorros detectados en esta parte del planeta tienen velocidades medias de unos 600 kilómetros por hora.

El tiempo de telescopio empleado por ALMA para llevar a cabo las observaciones con las que se rastrearon los vientos estratosféricos, tanto en los polos como en el ecuador de Júpiter, fue de menos de 30 minutos. “Los altos niveles de detalle que logramos en este corto espacio de tiempo demuestran realmente la capacidad de las observaciones de ALMA”, dice Thomas Greathouse, científico del Instituto de Investigación Southwest (EE.UU.) y coautor del estudio. “Para mí es asombroso poder ver la primera medición directa de estos vientos”.

“Estos resultados de ALMA abren una nueva ventana para el estudio de las regiones de Júpiter con auroras, algo realmente inesperado hace tan solo unos meses”, afirma Cavalié. “También preparan el escenario para mediciones similares, pero más extensas, que realizarán la misión JUICE y su instrumento de ondas submilimétricas”, añade Greathouse, refiriéndose al JUpiter ICy moons Explorer (explorador de las lunas heladas de Júpiter) de la Agencia Espacial Europea, que se espera se lance al espacio el próximo año.

El Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO, basado en tierra y que verá su primera luz a finales de esta década, también explorará Júpiter. El ELT será capaz de hacer observaciones muy detalladas de las auroras del planeta, dándonos más información sobre su atmósfera.

Información adicional

Este trabajo de investigación se presenta en el artículo científico "First direct measurement of auroral and equatorial jets in the stratosphere of Jupiter", publicado hoy en la revista Astronomy & Astrophysics (doi: 10.1051/0004-6361/202140330).

El equipo está formado por T. Cavalié (Laboratorio de Astrofísica de Burdeos [LAB], Francia, y LESIA, Observatorio de París, Universidad de Investigación PSL [LESIA], Francia); B. Benmahi (LAB); V. Hue (Instituto de Investigación Southwest [SwRI], EE.UU.); R. Moreno (LESIA), E. Lellouch (LESIA); T. Fouchet (LESIA); P. Hartogh (Instituto Max-Planckt para la Investigación del Sistema Solar [MPS], Alemania); L. Rezac (MPS); T. K. Greathouse (SwRI); G. R. Gladstone (SwRI); J. A. Sinclair (Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), Instituto Tecnológico de California, EE.UU.); M. Dobrijevic (LAB); F. Billebaud (LAB) y C. Jarchow (MPS).

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con dieciséis países miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con Chile, país anfitrión, y Australia como aliado estratégico. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de potentes instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel promoviendo y organizando la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), el más avanzado del mundo, así como dos telescopios de rastreo: VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía), que trabaja en el infrarrojo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT), que rastrea en luz visible. También en Paranal, ESO albergará y operará el CTA Sur (Cherenkov Telescope Array South), el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. ESO también es socio principal de dos instalaciones en Chajnantor, APEX y ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Finalmente, en Cerro Armazones, cerca de Paranal, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), de 39 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

El conjunto ALMA, (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) es una instalación astronómica internacional fruto de la colaboración entre ESO, la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU. (NSF, National Science Foundation) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS, National Institutes of Natural Sciences) en cooperación con la República de Chile. ALMA está financiado por ESO en nombre de sus países miembros; por la NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC, National Research Council) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MOST, Ministry of Science and Technology), y por el NINS en cooperación con la Academia Sínica (AS) de Taiwán y el Instituto de Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea (KASI, Korea Astronomy and Space Science Institute). La construcción y operaciones de ALMA están lideradas por ESO en nombre de sus países miembros; por el Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO, National Radio Astronomy Observatory), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de América del Norte; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ, National Astronomical Observatory of Japan) en representación de Asia Oriental. El Observatorio Conjunto ALMA (JAO, Joint ALMA Observatory) proporciona al proyecto la unificación tanto del liderazgo como de la gestión de la construcción, puesta a punto y operaciones de ALMA.

Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.

El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.

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José Miguel Mas Hesse
Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)
Madrid, España
Tlf.: (+34) 918131196
Correo electrónico: mm@cab.inta-csic.es

Thibault Cavalié
Laboratoire d'Astrophysique de Bordeaux
Bordeaux, France
Tlf.: +33 (0)5 40 00 32 71
Correo electrónico: thibault.cavalie@u-bordeaux.fr

Bilal Benmahi
Laboratoire d'Astrophysique de Bordeaux
Bordeaux, France
Tlf.: +33 (0)5 40 00 32 76
Correo electrónico: bilal.benmahi@u-bordeaux.fr

Vincent Hue
Southwest Research Institute
San Antonio, TX, USA
Tlf.: +1 (210) 522-5027
Correo electrónico: vhue@swri.org

Thomas Greathouse
Southwest Research Institute
San Antonio, TX, USA
Tlf.: +1 (210) 522-2809
Correo electrónico: tgreathouse@swri.edu

Suzanna Randall (astronomer who did not participate in the study; contact for external comment and questions on ALMA)
European Southern Observatory
Garching bei München, Germany
Correo electrónico: srandall@eso.org

Bárbara Ferreira
ESO Media Manager
Garching bei München, Germany
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viernes, 12 de marzo de 2021

Descubierto el cuásar más distante con potente emisión de chorros de radio

Descubierto el cuásar más distante con potente emisión de chorros de radio

8 de Marzo de 2021, Madrid

Con la ayuda del Very Large Telescope, del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO), un equipo de astrónomos ha descubierto y estudiado en detalle la fuente más lejana de emisiones de radio conocida hasta la fecha. La fuente es un cuásar "radio-intenso", un objeto brillante con potentes chorros que emiten en longitudes de ondas de radio. Está tan lejos que su luz ha tardado 13.000 millones de años en llegar hasta nosotros y el descubrimiento podría proporcionar importantes pistas para ayudar a los astrónomos a entender el universo temprano.

Los cuásares son objetos muy brillantes que se encuentran en el centro de algunas galaxias y obtienen su energía de agujeros negros supermasivos. A medida que el agujero negro consume el gas circundante, la energía se libera, lo que permite a los astrónomos detectarlos incluso cuando están muy lejos.

El cuásar recién descubierto, apodado P172+18, está tan lejos que su luz ha viajado durante unos 13.000 millones de años para llegar a nosotros: lo vemos como era cuando el universo tenía apenas unos 780 millones de años. Aunque se han descubierto cuásares más distantes, esta es la primera vez que los astrónomos han sido capaces de identificar las reveladoras firmas de chorros de radio en un cuásar en una etapa tan temprana de la historia del universo. Sólo alrededor del 10% de los cuásares — que los astrónomos clasifican como "radio-intensos" — tienen chorros, que brillan intensamente en frecuencias de radio [1].

P172+18 se alimenta gracias a un agujero negro unos 300 millones de veces más masivo que nuestro Sol que está consumiendo gas a un ritmo impresionante. “El agujero negro está consumiendo materia muy rápidamente, creciendo en masa a una de las tasas más altas jamás observadas”, explica la astrónoma Chiara Mazzucchelli, investigadora “ESO Fellow” en Chile, quien dirigió el descubrimiento junto con Eduardo Bañados, del Instituto Max Planck de Astronomía, en Alemania.

Los astrónomos consideran que hay un vínculo entre el rápido crecimiento de agujeros negros supermasivos y los potentes chorros de radio detectados en cuásares como P172+18. Se cree que los chorros son capaces de perturbar el gas que hay alrededor del agujero negro, aumentando la velocidad a la que el gas cae en el mismo. Por lo tanto, estudiar cuásares radio-intensos puede proporcionar información importante sobre cómo crecieron los agujeros negros del universo temprano hasta alcanzar tamaños supermasivos de forma tan rápida tras el Big Bang.

“Me parece muy emocionante descubrir 'nuevos' agujeros negros por primera vez y proporcionar una pieza más del puzle para entender el universo primordial, de dónde venimos, y, en última instancia, a nosotros mismos”, afirma Mazzucchelli.

Aunque anteriormente había sido identificado como una fuente de radio, fueron Bañados y Mazzucchelli quienes asignaron a P172+18 la categoría de cuásar lejano tras observarlo con el Telescopio Magallanes, del Observatorio Las Campanas, en Chile: “En cuanto obtuvimos los datos, los inspeccionamos a ojo y supimos inmediatamente que habíamos descubierto el cuásar radio-intenso más distante conocido hasta ahora”, señala Bañados.

Sin embargo, debido al corto tiempo de observación, el equipo no tenía suficientes datos para estudiar el objeto en detalle. Le siguieron un aluvión de observaciones con otros telescopios, (incluyendo algunas con el instrumento X-shooter, instalado en el VLT de ESO) que les permitieron profundizar en las características de este cuásar, incluyendo la determinación de propiedades clave como la masa del agujero negro y lo rápido que consume la materia de su entorno. Entre algunos de los telescopios que contribuyeron al estudio se encuentran el Very Large Array, del Observatorio Nacional de Radio Astronomía, y el Telescopio Keck, en Estados Unidos.

El equipo está entusiasmado con su descubrimiento (que aparecerá en la revista especializada The Astrophysical Journal) y creen que este cuásar radio-intenso podría ser el primero de muchos en ser descubierto, tal vez a distancias cosmológicas aún mayores: “Este descubrimiento me hace ser optimista y creo - y espero - que el récord de distancia se rompa pronto", termina Bañados.

Instalaciones como ALMA, de la que ESO es socio, y el próximo Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO, podrían ayudar a descubrir y estudiar en detalle un mayor número de este tipo de objetos del universo temprano.

Notas

[1] Las ondas de radio que se estudian en astronomía tienen frecuencias de entre 300 MHz y 300 GHz.

Información adicional

Este trabajo de investigación se presenta en el artículo “The discovery of a highly accreting, radio-loud quasar at z=6.82”, que aparece en la revista The Astrophysical Journal.

El equipo está compuesto por Eduardo Bañados (Instituto Max-Planck de Astronomía [MPIA], Alemania, y Los Observatorios de la Institución Carnegie para la Ciencia, EE.UU.); Chiara Mazzucchelli (Observatorio Europeo Austral, Chile); Emmanuel Momjian (Observatorio Nacional de Radioastronomía [NRAO], EE.UU.); Anna-Christina Eilers (Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT, EE.UU.); Feige Wang (Observatorio Steward, Universidad de Arizona, EE.UU.); Jan-Torge Schindler (MPIA), Thomas Connor (Laboratorio de Propulsión a Chorro [JPL], Instituto de Tecnología de California, EE.UU.); Irham Taufik Andika (MPIA y Escuela Internacional Max-Planck de Investigación en Astronomía & Física Cósmica de la Universidad de Heidelberg, Alemania); Aaron J. Barth (Departamento de Física y Astronomía, Universidad de California, Irvine, EE.UU.); Chris Carilli (NRAO y Grupo de Astrofísica, Laboratorio Cavendish, Universidad de Cambridge, Reino Unido); Frederick Davies (MPIA); Roberto Decarli (INAF Bolonia — Observatorio de Astrofísica y Ciencias del Espacio, Italia); Xiaohui Fan (Observatorio Steward, Universidad de Arizona, EE.UU.); Emanuele Paolo Farina (Instituto Max-Planck de Astrofísica, Alemania); Joseph F. Hennawi (Departamento de Física, Broida Hall, Universidad de California, Santa Bárbara, EE.UU.); Antonio Pensabene (Departamento de Física y Astronomía, Alma Mater Studiorum, Universidad de Bolonia, Italia, e INAF Bolonia); Daniel Stern (JPL); Bram P. Venemans (MPIA); Lukas Wenzl (Departamento de Astronomía, Universidad de Cornell, EE.UU., y MPIA) y Jinyi Yang (Observatorio Steward, Universidad de Arizona, EE.UU.).

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con dieciséis países miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con Chile, país anfitrión, y Australia como aliado estratégico. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), el más avanzado del mundo, así como dos telescopios de rastreo: VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía), que trabaja en el infrarrojo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT), que rastrea en luz visible. También en Paranal, ESO albergará y operará el CTA Sur (Cherenkov Telescope Array South), el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. ESO también es socio de dos instalaciones en Chajnantor, APEX y ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Finalmente, en Cerro Armazones, cerca de Paranal, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), de 39 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

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Contactos

José Miguel Mas Hesse
Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)
Madrid, España
Tlf.: (+34) 918131196
Correo electrónico: mm@cab.inta-csic.es

Chiara Mazzucchelli
European Southern Observatory
Vitacura, Chile
Correo electrónico: Chiara.Mazzucchelli@eso.org

Eduardo Bañados
Max-Planck-Institut für Astronomie
Heidelberg, Germany
Correo electrónico: banados@mpia.de

Bárbara Ferreira
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viernes, 5 de marzo de 2021

Una supertierra cercana servirá para probar modelos atmosféricos

Una supertierra cercana servirá para probar modelos atmosféricos


MADRID, 5 Mar. 2021 (EUROPA PRESS)

Una nueva supertierra caliente que orbita la cercana estrella enana roja Gliese 486, situada a tan solo 26 años luz del Sol, servirá para probar los modelos atmosféricos para planetas rocosos. El planeta descubierto, bautizado como Gliese 486b, tiene 2,8 veces la masa de nuestro planeta y es solo un 30% más grande. [...] Gliese 486b gira en torno a su estrella anfitriona en una trayectoria circular cada 1,5 días y a una distancia de 2,5 millones de kilómetros. A pesar de estar situado muy cerca de su estrella anfitriona, el planeta ha conservado probablemente una parte de su atmósfera original, por lo que es un candidato ideal para examinar con la próxima generación de telescopios espaciales y terrestres. [...] Gliese 486b tarda el mismo tiempo en rotar alrededor de su eje de giro que en describir la órbita alrededor de su estrella anfitriona, por lo que siempre muestra la misma cara hacia la estrella. Aunque la estrella Gliese 486 es mucho más débil y fría que el Sol, la irradiación es tan intensa que la superficie del planeta se calienta hasta al menos 700 K (unos 430 °C)Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver la imagen.