viernes, 12 de diciembre de 2025

Estudio podría cambiar todo lo que conocemos sobre Urano y Neptuno: serían gigantes rocosos y no helados

Estudio podría cambiar todo lo que conocemos sobre Urano y Neptuno: serían gigantes rocosos y no helados

El estudio también aporta nuevas perspectivas sobre los enigmáticos campos magnéticos de ambos planetas


Mateo Chacón Orduz, 10.12.2025 10:12

Urano y Neptuno podrían ser más planetas rocosos que helados, según una investigación de la Universidad de Zúrich (Suiza) publicada en la web de la universidad.
Los planetas del Sistema Solar se dividen típicamente en tres categorías según su composición: los cuatro planetas rocosos terrestres (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte), seguidos de los dos gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno), y finalmente los dos gigantes helados (Urano y Neptuno). [...] El nuevo estudio no afirma que los dos planetas azules sean de uno u otro tipo, ricos en agua o rocas, sino que cuestiona que la riqueza en hielo sea la única posibilidad. Esta interpretación también es coherente con el descubrimiento de que el planeta enano Plutón tiene una composición predominantemente rocosa. [...] El estudio también aporta nuevas perspectivas sobre los enigmáticos campos magnéticos de Urano y Neptuno. Si bien la Tierra tiene polos magnéticos norte y sur bien definidos, los campos magnéticos de Urano y Neptuno son más complejos, al tener más de dos polos.

El nuevo telescopio espacial de la NASA ya está listo y será 100 veces más potente que el Hubble

El nuevo telescopio espacial de la NASA ya está listo y será 100 veces más potente que el Hubble

La NASA ha finalizado el ensamblaje del Telescopio Espacial Nancy Grace Roman, nuestros nuevos 'ojos' en el espacio que junto con el James Webb revolucionarán nuestra comprensión del cosmos.


Omar Kardoudi, 10/12/2025 - 19:08

La NASA ha finalizado el ensamblaje del Telescopio Espacial Nancy Grace Roman en el Centro Espacial Goddard. Este observatorio infrarrojo podría adelantar su lanzamiento, previsto para 2027, y está llamado, junto al James Webb, a captar nuevas imágenes que cambien radicalmente lo que sabemos sobre el universo. Desde la misteriosa energía oscura hasta la búsqueda de mundos potencialmente habitables. [...] Según Julie McEnery, científica principal del proyecto, "en los primeros cinco años de la misión, se espera que revele más de 100 000 mundos distantes, cientos de millones de estrellas y miles de millones de galaxias". Para ponerlo en perspectiva, este telescopio fotografiará en cinco años la misma cantidad de cielo que el Hubble capturó en sus primeros 30 años de operación. El Roman generará 20 petabytes de datos durante su misión primaria, una cantidad ingente de datos que estarán disponibles para investigadores de todo el mundo a perpetuidad, permitiendo descubrimientos científicos durante décadas. [...] El Roman es un telescopio infrarrojo equipado con solo dos instrumentos, pero son extraordinariamente potentes: El primero es el Instrumento de Campo Amplio (WFI, por sus siglas en inglés), una cámara de 288 megapíxeles que proporciona un campo de visión 100 veces mayor que el del Hubble. Esta capacidad panorámica es crucial para uno de sus objetivos principales: desentrañar el misterio de la energía oscura, esa fuerza misteriosa que impulsa la expansión acelerada del universo. El segundo instrumento es el Instrumento Coronógrafo (CGI), un sistema sofisticado de máscaras, filtros y espejos autoajustables diseñado para bloquear la luz estelar cuando se observan exoplanetas y discos de formación planetaria.

sábado, 6 de diciembre de 2025

Los científicos descubren 53 potentes cuásares que emiten chorros hasta 50 veces más anchos que nuestra Vía Láctea

Los científicos descubren 53 potentes cuásares que emiten chorros hasta 50 veces más anchos que nuestra Vía Láctea

"Los tamaños de estos chorros de radio no son comparables a los de nuestro sistema solar o incluso a los de nuestra galaxia"


Robert Lea, 1 de diciembre de 2025

Los astrónomos han descubierto 53 nuevos cuásares supermasivos alimentados por agujeros negros que expulsan chorros de materia a una velocidad cercana a la de la luz que se extienden hasta 7,2 millones de años luz, alrededor de 50 veces el ancho de la Vía Láctea. Estos objetos gigantes, conocidos como cuásares gigantes de radio, forman parte de un conjunto de 369 cuásares de radio descubiertos recientemente por astrónomos indios a partir de datos recopilados por el Radiotelescopio Gigante de Ondas Métricas (GMRT), un conjunto de 30 antenas parabólicas ubicado cerca de Pune, India, como parte del Sondeo del Cielo TIFR GMRT (TGSS). El TGSS cubrió alrededor del 90 % de la esfera celeste sobre la Tierra, y su amplia cobertura celeste y su alta sensibilidad lo convierten en el instrumento ideal para detectar estructuras gigantescas y distantes emisoras de radio, como los cuásares gigantes de radio. "El tamaño de estos chorros de radio no es comparable con el de nuestro sistema solar, ni siquiera con el de nuestra galaxia", declaró Souvik Manik, miembro del equipo e investigador del Midnapore City College, en un comunicado enviado por correo electrónico. "Estamos hablando de entre 20 y 50 diámetros de la Vía Láctea, colocados uno junto al otro".

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Científicos de Oxford descubren la estructura giratoria más grande del Universo

Científicos de Oxford descubren la estructura giratoria más grande del Universo

Se trata de una “hélice” de 14 galaxias que giran juntas y son 50 veces más grande que la Vía Láctea. El hallazgo revela una faceta desconocida de la arquitectura del cosmos.


Juan Scaliter, 04.12.2025 12:33

La superestructura más grande del Universo es conocida como Quipu, el mayor gigante del cosmos con sus 1.300 millones de años-luz. [...] Pero ahora se ha descubierto un nuevo gigante cósmico. Si bien es cierto que la nueva estructura no compite por longitud con Quipu, sí lo hace con otra característica que lo hace único: es la primera estructura con giro colectivo confirmado. Es un reconocimiento diferente: no de tamaño absoluto, sino de dinámica interna a escala de filamento. Los responsables del avance, publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomy Socienty, han identificado lo que podría ser la estructura giratoria más grande jamás detectada en el universo: un filamento de al menos 14 galaxias que rota como un gigantesco tiovivo cósmico con un tamaño de 5,5 millones de años luz. Este hallazgo abre nuevas preguntas sobre cómo se organizan la materia y el momento angular en el universo a escalas inimaginables. Los autores, liderados por Lyla Jung, describen una estructura de galaxias alineadas a lo largo de millones de años luz, girando alrededor de su eje común, algo nunca observado hasta ahora. El descubrimiento sugiere que el “tejido” del universo no solo distribuye galaxias en filamentos, sino que esos filamentos mismos pueden tener dinámica interna, con giro colectivo.
https://noticiasdelaciencia.com/art/55672/detectan-una-de-las-estructuras-rotatorias-mas-grandes-del-universo

Confirmado por la NASA: el asteroide Bennu contiene los ingredientes clave de la vida

Confirmado por la NASA: el asteroide Bennu contiene los ingredientes clave de la vida

En las muestras traídas por OSIRIS-REx se han identificado azúcares, aminoácidos y nucleobases, es decir, componentes esenciales de la química prebiótica. No es una prueba de vida en el asteroide, pero sí refuerza la idea de que los “ladrillos” con los que arrancó la biología terrestre ya circulaban por el sistema solar primitivo.


Eugenio M. Fernández Aguilar,  4.12.2025 | 21:56

Recientes análisis de las muestras del asteroide Bennu, traídas a la Tierra por la misión OSIRIS-REx de la NASA, revelan la presencia de compuestos orgánicos sorprendentes: azúcares esenciales para la vida y una misteriosa sustancia similar a una goma que nunca antes se había identificado en rocas espaciales. Estos hallazgos refuerzan la idea de que los ingredientes básicos para la vida estaban distribuidos por el sistema solar primitivo y podrían haber llegado a la Tierra a bordo de asteroides y cometas. Además, las muestras de Bennu presentan un alto contenido de carbono y evidencias de agua, características que podrían indicar cómo se originaron las moléculas precursoras de la vida en nuestro planeta. Uno de los descubrimientos más notables en las muestras de Bennu es la detección de ribosa y glucosa, dos azúcares fundamentales para los seres vivos. La ribosa es un componente clave del ARN (ácido ribonucleico), la molécula que transporta información genética y cataliza reacciones en las primeras formas de vida, mientras que la glucosa es uno de los “combustibles” básicos de la vida tal como la conocemos, usada por los organismos como fuente de energía. Encontrar ribosa (un azúcar de cinco carbonos) y glucosa (seis carbonos) en un material extraterrestre prístino es histórico, puesto que es la primera vez que se identifica glucosa en muestras no contaminadas fuera de la Tierra. [...] El significado de este hallazgo radica en que todos los componentes básicos de las biomoléculas se han encontrado ya en Bennu.

viernes, 5 de diciembre de 2025

El Webb observa la más lejana galaxia parecida a la nuestra

El Webb observa la más lejana galaxia parecida a la nuestra

Un equipo científico internacional, liderado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), ha descubierto la galaxia espiral barrada más remota conocida hasta ahora: ceers-2112, con una estructura similar a la Vía Láctea. Su desplazamiento al rojo la sitúa cuando el universo tenía solo 2.100 millones de años, lo que desafía el conocimiento previo sobre formación de galaxias.



La edad actual del universo es de alrededor de 13.800 millones de años, y hasta ahora los científicos pensaban que la estructura de las galaxias espirales como la nuestra, la Vía Láctea, no se consolidaba hasta que el cosmos tenía la mitad de su edad actual. Sin embargo, “en contra de lo esperado, un nuevo descubrimiento revela que ya existían galaxias similares a la Vía Láctea hace 11.700 millones de años, cuando el universo tenía solo un 15 % de la edad actual, afirma Luca Costantin, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC) y autor de principal de un estudio que se publica en Nature donde se presenta el hallazgo. Utilizando el telescopio espacial James Webb (JWST, en inglés), los autores han localizado una galaxia en el universo joven que cuenta con una de las estructuras más características de la Vía Láctea, la conocida como barra galáctica, una banda central de estrellas brillantes. La galaxia espiral barrada descubierta, denominada ceers-2112, presenta un desplazamiento al rojo de 3, lo que a astrofísica se asocia a cuando el universo tenía solo 2.100 millones de años, lo que desafía el conocimiento previo sobre formación de galaxias.

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viernes, 28 de noviembre de 2025

Científicos japoneses creen haber logrado la primera detección de materia oscura, la misteriosa fuerza que estructura las galaxias

Científicos japoneses creen haber logrado la primera detección de materia oscura, la misteriosa fuerza que estructura las galaxias.

Tras analizar datos procedentes del telescopio espacial Fermi, los investigadores detectaron una señal que vinculan con la desintegración de partículas de materia oscura.


Amado Herrero, 26 noviembre 2025 - 00:16

A principios de la década de 1930, el astrónomo suizo Fritz Zwicky observó que las galaxias se movían mucho más rápido de lo que su masa debería permitir. Eso le llevó a teorizar la presencia de una estructura invisiblea la que llamó Dunkle Materie, o materia oscuraque mantenía agrupados los astros en el interior de una galaxia. Casi 100 años después, científicos japoneses afirman que el telescopio espacial Fermi de rayos gamma podría haber proporcionado la primera prueba directa de este tipo de energía, cuya existencia es objeto de uno de los grandes debates científicos contemporáneos. Especialmente desde que en los años 70 la astrónoma estadounidense Vera Rubin rescatara y desarrollara el planteamiento de Zwicky para explicar sus observaciones sobre la forma y la dinámica interna de las galaxias. Por ejemplo, para explicar el movimiento de las estrellas. El Sol gira a 220 km por segundo alrededor del centro de la Vía Láctea. A esa velocidad, la fuerza centrífuga debería haberlo expulsado de la galaxia hace mucho tiempo. La atracción resultante de la ley de gravitación universal enunciada por Newton es insuficiente para retenerlo. A menos que una materia invisible altere su movimiento. [...] De acuerdo con los autores del estudio, las mediciones de rayos gamma no se pueden explicar mediante otros fenómenos astronómicos comunes u otras fuentes de emisiones. Por lo tanto, consideran que sus resultados son un indicio de la emisión de rayos gamma procedente de la materia oscura. "Si esto es correcto, sería la primera vez que la humanidad ve la materia oscura", añade el investigador japonés, "y que la materia oscura es una nueva partícula que no está incluida en el modelo estándar actual de la física de partículas. Eso supondría un gran avance en astronomía y física".
https://noticiasdelaciencia.com/art/55605/posible-deteccion-de-materia-oscura-compuesta-de-particulas-de-tipo-wimp

viernes, 21 de noviembre de 2025

Descubren un canal de gas que conecta nuestro sistema solar con otras estrellas

Descubren un canal de gas que conecta nuestro sistema solar con otras estrellas

Un nuevo estudio revela que el sistema solar no está aislado: forma parte de una enorme estructura de cavidades conectadas por antiguas supernovas



Juan Scaliter, 15.11.2025 09:22

Un nuevo estudio basado en observaciones de rayos X ha revelado una estructura de gas caliente y muy tenue que parece extenderse desde nuestro vecindario solar hacia regiones estelares cercanas. Lejos de ser un “túnel” en el sentido físico, este canal podría ayudar a comprender cómo interactúa nuestro sistema con el entorno galáctico y cómo fluye la materia en la Vía Láctea. Lo que significa que vivimos dentro de una burbuja… literalmente. Para entender este descubrimiento es necesario recordar que el Sol y, con él, todos nosotros, no flota en un vacío perfecto. Nuestro sistema solar está inmerso en una gigantesca cavidad llamada Burbuja Local, una región con forma irregular que se extiende unos 1.000 años luz y que está llena de gas extremadamente caliente, a millones de grados, pero con una densidad bajísima, mucho más tenue que el promedio del medio interestelar. Esta burbuja se formó por la acción acumulada de varias supernovas que explotaron cerca del sistema solar hace entre 10 y 20 millones de años. Las ondas de choque de estas explosiones barrieron el gas circundante, lo calentaron y excavaron un “hueco” que continúa expandiéndose y fluctuando con el tiempo. Dicho de otro modo: habitamos dentro de una enorme cavidad soplada por antiguas estrellas que murieron de manera espectacular.

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viernes, 14 de noviembre de 2025

La forma única de la explosión de una estrella revelada solo un día después de su detección

La forma única de la explosión de una estrella revelada solo un día después de su detección


12 de Noviembre de 2025

Rápidas observaciones realizadas con el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO) han revelado la muerte explosiva de una estrella justo cuando la explosión atravesaba la superficie de la estrella. Por primera vez, un equipo de astrónomos ha revelado la forma de la explosión en su etapa más temprana y fugaz. Esta breve fase inicial no habría sido observable tan solo un día después y ayuda a abordar toda una serie de preguntas sobre cómo las estrellas masivas se convierten en supernovas.

Cuando la explosión de supernova SN 2024ggi se detectó por primera vez la noche del 10 de abril de 2024, hora local, Yi Yang, profesor asistente de la Universidad de Tsinghua, en Beijing (China), y autor principal del nuevo estudio, acababa de aterrizar en San Francisco después de un vuelo de larga distancia. Sabía que tenía que actuar rápidamente. Doce horas más tarde, había enviado una propuesta de observación a ESO, que, después de un proceso de aprobación muy rápido, apuntó su telescopio VLT en Chile a la supernova el 11 de abril, solo 26 horas después de la detección inicial.

SN 2024ggi se encuentra en la galaxia NGC 3621 en la dirección de la constelación de Hydra a "sólo" 22 millones de años luz de distancia, cerca en términos astronómicos. Con un gran telescopio y el instrumento adecuado, el equipo internacional sabía que tenían una oportunidad de desentrañar la forma de la explosión poco después de que ocurriera. "Las primeras observaciones del VLT captaron la fase durante la cual la materia se aceleró por la explosión cerca del centro de la estrella disparada a través de la superficie de la estrella. Durante unas horas, la geometría de la estrella y su explosión pudieron ser, y fueron, observadas juntas", declara Dietrich Baade, astrónomo de ESO en Alemania, y coautor del estudio publicado hoy en Science Advances.

"La geometría de la explosión de una supernova proporciona información fundamental sobre la evolución estelar y los procesos físicos que conducen a estos fuegos artificiales cósmicos", explica Yang. Los mecanismos exactos tras las explosiones de supernovas de estrellas masivas, aquellas con más de ocho veces la masa del Sol, aún se debaten y son una de las preguntas fundamentales que los científicos quieren abordar. El progenitor de esta supernova fue una estrella supergigante roja, con una masa de 12 a 15 veces la del Sol y un radio 500 veces mayor, lo que convierte a SN 2024ggi en un ejemplo clásico de una explosión estelar masiva. 

Sabemos que durante su vida una estrella típica mantiene su forma esférica como resultado de un equilibrio muy preciso de la fuerza gravitacional que quiere comprimirla y la presión de su motor nuclear que quiere expandirla. Cuando se queda sin su última fuente de combustible, el motor nuclear comienza a chisporrotear. Para las estrellas masivas, esto marca el comienzo de una supernova: el núcleo de la estrella moribunda colapsa, las capas de masa alrededor caen sobre él y rebotan. Este choque al rebotar se propaga hacia afuera, perturbando la estabilidad de la estrella.

Una vez que el choque atraviesa la superficie, libera inmensas cantidades de energía: la supernova se ilumina de manera impresionante y se vuelve observable. Durante una fase de corta duración, la forma inicial de la supernova se puede estudiar antes de que la explosión interactúe con el material que rodea a la estrella moribunda.

Esto es lo que este equipo ha logrado por primera vez con el VLT de ESO, utilizando una técnica llamada "espectropolarimetría". "La espectropolarimetría proporciona información sobre la geometría de la explosión que otros tipos de observación no pueden proporcionar porque las escalas angulares son demasiado pequeñas", indica Lifan Wang, coautor y profesor de la Universidad de Texas A&M (EE.UU.), quien era estudiante de ESO al comienzo de su carrera astronómica. A pesar de que la estrella en explosión aparece como un solo punto, la polarización de su luz lleva pistas ocultas sobre su geometría que el equipo pudo desentrañar. [1] 

La única instalación en el hemisferio sur capaz de captar la forma de una supernova a través de tal medición es el  instrumento FORS2 instalado en el VLT. Con los datos de FORS2, el equipo de astrónomos observó que la explosión inicial de material tenía forma de aceituna. A medida que la explosión se extendió hacia afuera y chocó con la materia presente alrededor de la estrella, la forma se aplanó, pero el eje de simetría de la eyección permaneció igual. "Estos hallazgos sugieren un mecanismo físico común que impulsa la explosión de muchas estrellas masivas, que manifiesta una simetría axial bien definida y actúa a grandes escalas", recalca Yang.  

Con este conocimiento, la comunidad astronómica ya puede descartar algunos de los modelos actuales de supernovas y agregar nueva información para mejorar otros, proporcionando información sobre las potentes muertes de estrellas masivas. "Este descubrimiento no solo remodela nuestra comprensión de las explosiones estelares, sino que también demuestra lo que se puede lograr cuando la ciencia trasciende las fronteras", dice el coautor y astrónomo de ESO, Ferdinando Patat. "Es un poderoso recordatorio de que la curiosidad, la colaboración y la acción rápida pueden desbloquear conocimientos profundos sobre la física que da forma a nuestro Universo".

Notas
[1] Las partículas de luz (fotones) tienen una propiedad llamada polarización. En una esfera, la forma de la mayoría de las estrellas, la polarización de los fotones individuales se cancela, de modo que la polarización neta del objeto es cero. Cuando la comunidad astronómica mide una polarización neta distinta de cero, puede usar esa medida para inferir la forma del objeto (una estrella o una supernova), que emite la luz observada. 

Información adicional

Esta investigación fue presentada en un artículo que aparecerá en Science Advances (doi: 10.1126/sciadv.adx2925).

El equipo está compuesto por Y. Yang (Departamento de Física, Universidad de Tsinghua, China [Universidad de Tsinghua]), X. Wen (Escuela de Física y Astronomía, Universidad Normal de Beijing, China [Universidad Normal de Beijing] y Universidad de Tsinghua), L. Wang (Departamento de Física y Astronomía, Universidad de Texas A&M, EE. UU. [Universidad de Texas A&M] y George P. y Cynthia Woods Mitchell Institute for Fundamental Physics & Astronomy Texas A&M University,  EE.UU. [IFPA Texas A&M University]), D. Baade (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Sur, Alemania [ESO]), J. C. Wheeler (Universidad de Texas en Austin, EE.UU.), A. V. Filippenko (Departamento de Astronomía, Universidad de California, Berkeley, EE.UU. [UC Berkeley] e Instituto Hagler de Estudios Avanzados, Universidad de Texas A&M, EE.UU.), A. Gal-Yam (Departamento de Física de Partículas y Astrofísica,  Instituto Weizmann de Ciencias, Israel), J. Maund (Departamento de Física, Royal Holloway, Universidad de Londres, Reino Unido), S. Schulze (Centro de Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica, Universidad Northwestern, EE.UU.), X. Wang (Universidad de Tsinghua), C. Ashall (Departamento de Física, Virginia Tech, EE.UU. e Instituto de Astronomía, Universidad de Hawái en Manoa, EE.UU.), M. Bulla (Departamento de Física y Ciencias de la Tierra,  Universidad de Ferrara, Italia e INFN, Sezione di Ferrara, Italia e INAF, Osservatorio Astronomico d'Abruzzo, Italia), A. Cikota (Observatorio Gemini/NSF NOIRLab, Chile), H. Gao (Universidad Normal de Beijing e Instituto para la Frontera en Astronomía y Astrofísica, Universidad Normal de Beijing, China), P. Hoeflich (Departamento de Física, Universidad Estatal de Florida, EE. UU.), G. LI (Universidad de Tsinghua), D. Mishra (Universidad de Texas A&M y Universidad IFPA de Texas A&M),  Ferdinando Patat (ESO), K. C. Patra (California y Departamento de Astronomía y Astrofísica, Universidad de California, Santa Cruz, EE.UU.), S. S. Vasylyev (UC Berkeley), S. Yan (Universidad de Tsinghua).

El Observatorio Europeo Austral (ESO) pone a disposición de la comunidad científica mundial los medios necesarios para desvelar los secretos del Universo en beneficio de todos. Diseñamos, construimos y operamos observatorios de vanguardia basados en tierra -utilizados por la comunidad astronómica para abordar preguntas emocionantes y difundir la fascinación por la astronomía- y promovemos la colaboración internacional en astronomía. Establecida como organización intergubernamental en 1962, hoy ESO cuenta con el apoyo de 16 Estados Miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza), junto con Chile, país anfitrión, y con Australia como socio estratégico. La sede de ESO y su planetario y centro de visitantes, el ESO Supernova, se encuentran cerca de Múnich (Alemania), mientras que el desierto chileno de Atacama, un lugar maravilloso con condiciones únicas para observar el cielo, alberga nuestros telescopios. ESO opera tres sitios de observación: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), y telescopios de rastreo como VISTA. También en Paranal, ESO albergará y operará el Cherenkov Telescope Array South, el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. En Chajnantor, junto con socios internacionales, ESO opera ALMA, una instalación que observa los cielos en el rango milimétrico y submilimétrico. En Cerro Armazones, cerca de Paranal, estamos construyendo "el ojo más grande del mundo para mirar el cielo": el Telescopio Extremadamente Grande de ESO (ELT, Extremely Large Telescope). Desde nuestras oficinas en Santiago (Chile), apoyamos el desarrollo de nuestras operaciones en el país y nos comprometemos con los socios chilenos y con la sociedad chilena.

Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.

El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.

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Yi Yang
Department of Physics, Tsinghua University,
Beijing, China
Teléfono: +86 13581896137

Dietrich Baade
European Southern Observatory
Garching bei München, Germany
Teléfono: +49 89 6096 295
Correo electrónico: dbaade@eso.org

Lifan Wang
Department of Physics & Astronomy, College of Arts & Sciences, Texas A&M University
College Station, Texas, United States
Correo electrónico: lifan@tamu.edu

Ferdinando Patat
European Southern Observatory
Garching bei München, Germany
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Correo electrónico: fpatat@eso.org

Bárbara Ferreira
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José Miguel Mas Hesse (Contacto para medios de comunicación en España)
Red de Difusión Científica de ESO y Centro de Astrobiología (CSIC-INTA)
Madrid, Spain
Teléfono: +34 918131196
Correo electrónico: eson-spain@eso.org

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Las pruebas piloto con láser inauguran una nueva era de interferometría

Las pruebas piloto con láser inauguran una nueva era de interferometría


10 de noviembre de 2025

La semana pasada, cuatro láseres fueron proyectados al cielo sobre el observatorio Paranal del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile. Cada láser se utiliza para crear una estrella artificial, que los astrónomos emplean para medir y corregir la distorsión causada por la atmósfera terrestre. El espectacular lanzamiento de estos láseres, uno desde cada uno de los telescopios de ocho metros de Paranal, representa un hito importante del proyecto GRAVITY+, una importante y compleja mejora del Interferómetro del Very Large Telescope (VLTI) del ESO. GRAVITY+ proporciona al VLTI una mayor capacidad de observación y una cobertura celeste mucho más amplia que la que era posible anteriormente.

“ Este es un hito muy importante para una instalación completamente única en el mundo ”, afirma Antoine Mérand, astrónomo de ESO y científico del programa VLTI.

El  VLTI combina la luz de varios telescopios individuales del VLT (ya sean los cuatro Telescopios Unitarios (UT) de ocho metros o los cuatro Telescopios Auxiliares más pequeños) mediante  interferometría . GRAVITY+ es una mejora del VLTI, centrada en GRAVITY, un instrumento del VLTI de gran éxito que se ha utilizado para obtener imágenes de exoplanetas ,  observar estrellas cercanas y lejanas y realizar observaciones detalladas de objetos débiles  que orbitan el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea . GRAVITY+ también incluye cambios en la infraestructura de los telescopios y mejoras en los túneles subterráneos del VLTI, donde se concentran los haces de luz. La instalación de un láser en cada uno de los UT, que anteriormente no contaban con este equipo, es un logro clave de este proyecto a largo plazo, que transforma el VLTI en el interferómetro óptico más potente del mundo.

“ El VLTI con GRAVITY ya ha permitido tantos descubrimientos imprevistos que estamos entusiasmados por ver cómo GRAVITY+ ampliará aún más los límites ”, afirma Frank Eisenhauer, investigador principal de GRAVITY+ del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE), Alemania, que dirigió el consorcio que llevó a cabo la mejora. [1]

La serie de mejoras lleva varios años en marcha e incluye una tecnología de óptica adaptativa revisada —un sistema para corregir la distorsión causada por la atmósfera terrestre— con sensores de última generación y espejos deformables. Hasta ahora, en el VLTI, las correcciones de óptica adaptativa se realizaban apuntando a estrellas de referencia brillantes que debían estar cerca del objetivo, lo que limitaba el número de objetos que podíamos observar. Con la instalación de un láser en cada una de las estaciones de observación (UT), se crea una estrella artificial brillante a 90 km sobre la superficie terrestre, lo que permite corregir la distorsión atmosférica en cualquier punto del cielo. Esto abre todo el cielo austral al VLTI y mejora drásticamente su capacidad de observación.

Esto permite que el instrumento observe objetos del universo primitivo y distante, como el cuásar que observamos la segunda noche, donde pudimos distinguir el gas caliente que emite oxígeno muy cerca del agujero negro”, afirma Taro Shimizu, astrónomo del MPE y miembro del consorcio del instrumento. Con los láseres de los telescopios del VLTI, los astrónomos podrán estudiar galaxias activas distantes y medir directamente la masa de los  agujeros negros supermasivos que las alimentan, así como observar estrellas jóvenes y los discos protoplanetarios a su alrededor.

Las capacidades mejoradas del VLTI aumentarán drásticamente la cantidad de luz que puede viajar a través del sistema, lo que hará que la instalación sea hasta 10 veces más sensible. «Un objetivo principal de GRAVITY+ es permitir observaciones profundas de objetos débiles», explica Julien Woillez, astrónomo de ESO y científico del proyecto GRAVITY+. Esta mayor capacidad para detectar objetos más tenues permitirá observar agujeros negros estelares aislados, planetas errantes que no orbitan una estrella y las estrellas más cercanas al agujero negro supermasivo de la Vía Láctea, Sgr A*.

El primer objetivo de los equipos de GRAVITY+ y ESO en Paranal, que realizaron observaciones de prueba con los nuevos láseres, fue un cúmulo de estrellas masivas en el centro de la Nebulosa de la Tarántula, una región de formación estelar en nuestra galaxia vecina, la Gran Nube de Magallanes. Estas primeras observaciones revelaron que un objeto brillante en la nebulosa, que se creía una estrella individual extremadamente masiva, es en realidad un sistema binario de dos estrellas muy cercanas. Esto demuestra las asombrosas capacidades y el potencial científico del VLTI mejorado.

Esta mejora va más allá de una simple actualización y se concibió por primera vez hace décadas. El sistema láser se propuso en el informe final del proyecto del Very Large Telescope en 1986, incluso antes de que existiera el VLTI: « Si pudiera funcionar en la práctica, sería un gran avance », afirmaba el informe. Ahora, este avance es una realidad.

Notas

[1] El consorcio GRAVITY+ está formado por los siguientes socios:

  • Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE); Instituto Max Planck de Astronomía; Universidad de Colonia (Alemania)
  • Institut National des Sciences de l'Univers, Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas; Institut de Planétologie et d'Astrophysique de Grenoble; Laboratoire d'instrumentation et de recherche en astrophysique (LIRA); Laboratorio Lagrange; Centre de Recherche Astrophysique de Lyon (Francia)
  • el Centro de Astrofísica y Gravitación del Instituto Superior Técnico (CENTRA); Universidad de Lisboa; Universidad de Oporto (Portugal)
  • Universidad de Southampton (Reino Unido)
  • Katholieke Universiteit Lovaina (Bélgica)
  • Universidad de Dublín (Irlanda)
  • Instituto de Astronomía – Universidad Nacional Autónoma de México (México)
  • Observatorio Europeo Austral.

Más información

Los coinvestigadores de GRAVITY+ son: Frank Eisenhauer (PI; MPE, Alemania), Paulo García (Faculdade de Engenharia, Universidade do Porto y unidad de investigación CENTRA, Portugal), Sebastian Hönig (Universidad de Southampton, Reino Unido), Laura Kreidberg (Instituto Max Planck de Astronomía, Alemania), Jean-Baptiste Le Bouquin (Institut de Planétologie et d'Astrophysique de Grenoble, Université Grenoble Alpes, Francia), Thibaut Paumard (LIRA, Observatorio de París, Francia), Christian Straubmeier (Universidad de Colonia, Alemania).

En ESO, la actualización de GRAVITY+ está dirigida por Frederic Gonte (Director de Proyecto), Julien Woillez (Científico de Proyecto), Sylvain Oberti (Ingeniero de Proyecto) y Luis Esteras Otal (Ingeniero de Sistemas VLTI).

El Observatorio Paranal de ESO en Chile se encuentra actualmente amenazado por el proyecto INNA, que se ubicará a tan solo 11 kilómetros del VLTI. Un impacto especialmente preocupante de INNA se debe a las microvibraciones, ya que dificultan considerablemente la combinación de la luz en los túneles del VLTI. De hecho, un  análisis técnico detallado realizado a principios de este año reveló que las turbinas eólicas de INNA podrían producir un aumento de las vibraciones del suelo lo suficientemente grande como para perjudicar las operaciones del VLTI. Reubicar proyectos como INNA fuera de las áreas que rodean Paranal es fundamental para que las instalaciones astronómicas de primer nivel operen a su máximo potencial, así como para proteger un lugar verdaderamente especial con cielos oscuros prístinos y otras condiciones que lo convierten en un referente mundial en astronomía.

El Observatorio Europeo Austral (ESO) permite a científicos de todo el mundo descubrir los secretos del Universo para el beneficio de todos. Diseñamos, construimos y operamos observatorios terrestres de primer nivel, que los astrónomos utilizan para abordar preguntas fascinantes y difundir la pasión por la astronomía, además de promover la colaboración internacional en este campo. Fundado como organización intergubernamental en 1962, ESO cuenta hoy con el apoyo de 16 Estados miembros (Alemania, Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, España, Francia, Finlandia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza), junto con Chile, país anfitrión, y Australia como socio estratégico. La sede de ESO, su centro de visitantes y su planetario, el ESO Supernova, se encuentran cerca de Múnich, Alemania, mientras que el desierto de Atacama, en Chile, un lugar maravilloso con condiciones únicas para la observación del cielo, alberga nuestros telescopios. ESO opera tres observatorios: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope (VLT) y su Very Large Telescope Interferometer (VLTII), así como telescopios de rastreo como VISTA. También en Paranal, ESO albergará y operará el conjunto sur del Observatorio Cherenkov Telescope Array (CTA), el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. Junto con socios internacionales, ESO opera ALMA en Chajnantor, una instalación que observa el cielo en el rango milimétrico y submilimétrico. En Cerro Armazones, cerca de Paranal, estamos construyendo «el mayor telescopio del mundo»: el Extremely Large Telescope (ELT) de ESO. Desde nuestras oficinas en Santiago de Chile, apoyamos nuestras operaciones en el país y colaboramos con socios y la sociedad chilena. 

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Instituto Max Planck de Física Extraterrestre
Garching bei München, Alemania
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Correo electrónico: eisenhau@mpe.mpg.de

Taro Shimizu
Instituto Max Planck de Física Extraterrestre
Garching bei München, Alemania
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Jean-Baptiste Le Bouquin
Institut National des Sciences de l'Univers, CNRS
Grenoble, Francia
Tel: +33 4 76 14 36 82

Antoine Mérand
Observatorio Europeo Austral
Garching bei München, Alemania
Tel: +49 89 3200 6630
Correo electrónico: amerand@eso.org

Julien Woillez
Observatorio Europeo Austral
Garching bei München, Alemania
Tel: +49 89 3200 6273
Correo electrónico: jwoillez@eso.org

Bárbara Ferreira
Responsable de Medios de ESO
Garching bei München, Alemania
Tel: +49 89 3200 6670
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