Encuentran el planeta de fuera de nuestro sistema solar con más probabilidades de ser habitable
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Más información: https://www.elespanol.com/ciencia/20251217/titan-luna-grande-saturno-esconde-gran-masa-granizada-eleva-posibilidad-hallar-vida/1003744059959_0.html
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2025/12/17/69430cfde85ece10708b45ac-video.html18 de Diciembre de 2025
Ayer tuvo lugar la ceremonia de colocación de la primera piedra de la instalación del conjunto sur del CTAO en la ubicación que el Observatorio Europeo Austral (ESO) le ha destinado en Paranal (Chile), marcando el inicio de la construcción de los cimientos del telescopio. El CTAO (siglas de Cherenkov Telescope Array Observatory, observatorio del conjunto de telescopios Cherenkov), será el observatorio de rayos gamma más grande y potente del mundo, proporcionando nuevas perspectivas sobre el universo de altas energías. Este conjunto sur será el primer observatorio de rayos gamma construido en Chile.
"Nos complace dar la bienvenida a esta innovadora instalación a la familia de ESO. Es un placer para nosotros ver el inicio de la construcción del emplazamiento sur de este potente observatorio, aquí en Paranal, en el desierto de Atacama, en Chile, un lugar con los cielos más prístinos de la Tierra. Esta inauguración es un hito enorme tanto para el CTAO como para ESO, pero también para Chile, ya que esta nueva instalación fortalecerá la posición del país como centro global de astronomía", declaró el Director General de la ESO, Xavier Barcons, en su discurso de bienvenida durante la ceremonia de colocación de la primera piedra.
El CTAO es un proyecto internacional, del que ESO es socio fundador y anfitrión del conjunto sur; varios Estados miembros de ESO también participan en el proyecto y equipos científicos de todo el mundo, incluido Chile, se están preparando para observar con esta instalación en los próximos años. El inicio de la construcción de los cimientos, trabajo liderado por un consorcio de empresas chilenas, allana el camino para que los primeros telescopios se desplieguen en Paranal antes de finales de 2026.
Para la celebración, representantes de CTAO, ESO, el gobierno chileno y las autoridades locales se reunieron en el Observatorio Paranal de ESO. Además del Director General de ESO, los participantes en la ceremonia incluyeron a Andreas Kaufer, Director de Operaciones de ESO; Thomas Klein, Director del Observatorio La Silla Paranal de ESO; Volker Heinz, Responsable del Programa de Construcción del CTAO; Stuart McMuldroch, Director General del CTAO; Francisco Colomer, presidente del Consejo ERIC del CTAO; Ricardo Díaz, gobernador de la Región de Antofagasta; Valeska Molina, Secretaria Regional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Región de Antofagasta; y Alejandra Pizarro, directora de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID). Tras la bienvenida y los discursos, se enterró una cápsula del tiempo junto al área del futuro conjunto. Estaba lleno de elementos de Chile y de los socios del CTAO, así como de artículos científicos, que representaban buenos deseos y objetivos para los telescopios que ahora están en construcción.
"Gracias al compromiso de nuestros socios de todo el mundo y al apoyo de ESO como nuestro anfitrión aquí en Chile, ahora estamos convirtiendo un sueño en realidad a medida que comienzan las obras de lo que será el observatorio de rayos gamma más avanzado de la Tierra", declaró McMuldroch.
"Estamos orgullosos de albergar el conjunto sur del CTAO y de operarlo aquí mismo, en el Observatorio Paranal de la ESO, junto con el Very Large Telescope de ESO y el Extremely Large Telescope de ESO", observo Klein. "Esta revolucionaria instalación transformará nuestra comprensión del universo, abriendo una nueva ventana a los fenómenos más energéticos del cosmos".
El CTAO está diseñado para detectar rayos gamma de muy alta energía emitidos por los eventos más violentos y potentes del universo. Contará con más de 60 telescopios en dos ubicaciones: CTAO-Sur y CTAO-Norte [1] — uno en cada hemisferio — con una superficie total de captación de más de 1 millón de metros cuadrados. Solo el sitio sur contará con más de 50 telescopios, diseñados para captar un amplio rango energético (desde 20 GeV hasta 300 TeV, miles de millones de veces más energético que la luz visible [2]).
El CTAO detectará radiación de alta energía con una precisión y exactitud sin precedentes, superando con creces a los telescopios de rayos gamma actuales. Cuando un fotón gamma energético impacta la atmósfera terrestre, produce una cascada de partículas que provoca la emisión de lo que se conoce como radiación de Cherenkov (un característico destello tenue de luz azul visible). Este destello dura solo unas pocas milmillonésimas de segundo, por lo que debe ser fotografiado con cámaras súper rápidas y muy sensibles, con telescopios de enorme capacidad de captación de luz instalados bajo cielos oscuros y prístinos.
Al identificar las fuentes de estos rayos gamma, el CTAO proporcionará una visión más profunda que nunca antes sobre los eventos y objetos más extremos de nuestro universo, centrándose en áreas clave como comprender el origen y el papel de las partículas cósmicas relativistas; sondear entornos extremos como agujeros negros y estrellas de neutrones; y explorar las fronteras de la física buscando materia oscura y poniendo a prueba los límites de la teoría de la relatividad de Einstein.
En 2018, el CTAO, ESO y las autoridades chilenas firmaron acuerdos para que el conjunto sur del CTAO se alojara en el Observatorio Paranal de la ESO, a menos de diez kilómetros al sureste de la ubicación del VLT (Very Large Telescope) de ESO. Esta región, ubicada en el desierto chileno de Atacama, ofrece los cielos más claros y oscuros de cualquier observatorio astronómico del planeta, gracias a la geografía chilena y al compromiso del país con la protección de sus cielos nocturnos.
"Al construir una instalación tan potente e importante en esta zona, ESO y el CTAO confían profundamente en que las autoridades chilenas protegerán este sitio extraordinario para las generaciones venideras, y asegurarán el enorme valor que las instalaciones astronómicas como el CTAO generan a nivel local y global", afirma Barcons.
"Paranal es un lugar único en el mundo para estudiar el Universo", destacó Heinz. "El desierto de Atacama ahora acoge otra instalación líder mundial y, en solo un año, esperamos tener aquí telescopios CTAO que proporcionen las primeras observaciones del cielo de rayos gamma desde Chile".
La CTAO ERIC (también conocida como Organización Central del CTAO) está a cargo de la construcción y operación del CTAO. Está formado por los grupos y personas dedicados a la gestión y administración del desarrollo del Observatorio y a las actividades generales de proyecto, como ciencia, computación e ingeniería de sistemas. La estructura organizativa de alto nivel se divide en cinco grupos principales: Oficina del Director, Construcción en Obra, Oficina de Proyectos, Oficina de Ciencia del Proyecto y Oficina de Administración. La Organización Central es responsable de gestionar los cuatro centros del CTAO: la sede alojada por el Istituto Nazionale di Astrofisica (INAF) en Bolonia (Italia); el Centro de Gestión de Datos Científicos alojado por Deutsches Elektronen-Synchrotron DESY en Zeuthen (Alemania) y los dos conjuntos de telescopios, CTAO-Norte, en el Observatorio del Roque de los Muchachos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en La Palma (España), y CTAO-Sur, en el Observatorio Paranal de ESO, en el desierto de Atacama (Chile).
Este grupo trabaja en estrecha colaboración con socios de todo el mundo para el desarrollo del Observatorio. Entre los principales socios se encuentran las Colaboraciones de Contribución en Especie, que están desarrollando hardware y software esenciales, además del Consorcio CTAO, un grupo internacional de investigadores que trabaja en la explotación científica del Observatorio.
Los miembros del CTAO ERIC incluyen a Austria, Croacia, la República Checa, el Observatorio Europeo Austral (ESO), Francia, Alemania, Italia, Polonia, Eslovenia, España y Suiza. Otros países — Australia, Brasil, Japón, Sudáfrica y Estados Unidos — están involucrados en el proceso de incorporación al ERIC de la CTAO como Socios Estratégicos o Terceros.
El Observatorio Europeo Austral (ESO) pone a disposición de la comunidad científica mundial los medios necesarios para desvelar los secretos del Universo en beneficio de todos. Diseñamos, construimos y operamos observatorios de vanguardia basados en tierra -utilizados por la comunidad astronómica para abordar preguntas emocionantes y difundir la fascinación por la astronomía- y promovemos la colaboración internacional en astronomía. Establecida como organización intergubernamental en 1962, hoy ESO cuenta con el apoyo de 16 Estados Miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza), junto con Chile, país anfitrión, y con Australia como socio estratégico. La sede de ESO y su planetario y centro de visitantes, el ESO Supernova, se encuentran cerca de Múnich (Alemania), mientras que el desierto chileno de Atacama, un lugar maravilloso con condiciones únicas para observar el cielo, alberga nuestros telescopios. ESO opera tres sitios de observación: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), y telescopios de rastreo como VISTA. También en Paranal, ESO albergará y operará el Cherenkov Telescope Array South, el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. En Chajnantor, junto con socios internacionales, ESO opera ALMA, una instalación que observa los cielos en el rango milimétrico y submilimétrico. En Cerro Armazones, cerca de Paranal, estamos construyendo "el ojo más grande del mundo para mirar el cielo": el Telescopio Extremadamente Grande de ESO (ELT, Extremely Large Telescope). Desde nuestras oficinas en Santiago (Chile), apoyamos el desarrollo de nuestras operaciones en el país y nos comprometemos con los socios chilenos y con la sociedad chilena.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.
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Más información: https://www.elespanol.com/ciencia/20251218/crecimiento-imparable-energias-renovables-nivel-mundial-gran-avance-ano-revista-science/1003744061821_0.html
https://www.eltiempo.com/vida/ciencia/la-revista-science-elige-el-auge-de-la-energia-renovable-como-el-avance-cientifico-del-ano-2025-3518311Clic AQUÍ para seguir leyendo y ver el vídeo.
Más información: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2025-12-11/suiza-urano-neptuno-nasa-error-decadas-1qrt_4264440/
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https://noticiasdelaciencia.com/art/55716/termina-la-construccion-del-telescopio-espacial-nancy-grace-romanClic AQUÍ para seguir leyendo, ver la imagen y el vídeo.
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Más información: https://interestingengineering.com/space/14-galaxies-universes-largest-spinning-structure
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Más información: https://www.dw.com/es/nasa-confirma-asteroide-bennu-contiene-los-bloques-fundamentales-de-la-vida/a-75019672
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Más información: https://hipertextual.com/ciencia/demostracion-materia-oscura/
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12 de Noviembre de 2025
Rápidas observaciones realizadas con el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO) han revelado la muerte explosiva de una estrella justo cuando la explosión atravesaba la superficie de la estrella. Por primera vez, un equipo de astrónomos ha revelado la forma de la explosión en su etapa más temprana y fugaz. Esta breve fase inicial no habría sido observable tan solo un día después y ayuda a abordar toda una serie de preguntas sobre cómo las estrellas masivas se convierten en supernovas.
Cuando la explosión de supernova SN 2024ggi se detectó por primera vez la noche del 10 de abril de 2024, hora local, Yi Yang, profesor asistente de la Universidad de Tsinghua, en Beijing (China), y autor principal del nuevo estudio, acababa de aterrizar en San Francisco después de un vuelo de larga distancia. Sabía que tenía que actuar rápidamente. Doce horas más tarde, había enviado una propuesta de observación a ESO, que, después de un proceso de aprobación muy rápido, apuntó su telescopio VLT en Chile a la supernova el 11 de abril, solo 26 horas después de la detección inicial.
SN 2024ggi se encuentra en la galaxia NGC 3621 en la dirección de la constelación de Hydra a "sólo" 22 millones de años luz de distancia, cerca en términos astronómicos. Con un gran telescopio y el instrumento adecuado, el equipo internacional sabía que tenían una oportunidad de desentrañar la forma de la explosión poco después de que ocurriera. "Las primeras observaciones del VLT captaron la fase durante la cual la materia se aceleró por la explosión cerca del centro de la estrella disparada a través de la superficie de la estrella. Durante unas horas, la geometría de la estrella y su explosión pudieron ser, y fueron, observadas juntas", declara Dietrich Baade, astrónomo de ESO en Alemania, y coautor del estudio publicado hoy en Science Advances.
"La geometría de la explosión de una supernova proporciona información fundamental sobre la evolución estelar y los procesos físicos que conducen a estos fuegos artificiales cósmicos", explica Yang. Los mecanismos exactos tras las explosiones de supernovas de estrellas masivas, aquellas con más de ocho veces la masa del Sol, aún se debaten y son una de las preguntas fundamentales que los científicos quieren abordar. El progenitor de esta supernova fue una estrella supergigante roja, con una masa de 12 a 15 veces la del Sol y un radio 500 veces mayor, lo que convierte a SN 2024ggi en un ejemplo clásico de una explosión estelar masiva.
Sabemos que durante su vida una estrella típica mantiene su forma esférica como resultado de un equilibrio muy preciso de la fuerza gravitacional que quiere comprimirla y la presión de su motor nuclear que quiere expandirla. Cuando se queda sin su última fuente de combustible, el motor nuclear comienza a chisporrotear. Para las estrellas masivas, esto marca el comienzo de una supernova: el núcleo de la estrella moribunda colapsa, las capas de masa alrededor caen sobre él y rebotan. Este choque al rebotar se propaga hacia afuera, perturbando la estabilidad de la estrella.
Una vez que el choque atraviesa la superficie, libera inmensas cantidades de energía: la supernova se ilumina de manera impresionante y se vuelve observable. Durante una fase de corta duración, la forma inicial de la supernova se puede estudiar antes de que la explosión interactúe con el material que rodea a la estrella moribunda.
Esto es lo que este equipo ha logrado por primera vez con el VLT de ESO, utilizando una técnica llamada "espectropolarimetría". "La espectropolarimetría proporciona información sobre la geometría de la explosión que otros tipos de observación no pueden proporcionar porque las escalas angulares son demasiado pequeñas", indica Lifan Wang, coautor y profesor de la Universidad de Texas A&M (EE.UU.), quien era estudiante de ESO al comienzo de su carrera astronómica. A pesar de que la estrella en explosión aparece como un solo punto, la polarización de su luz lleva pistas ocultas sobre su geometría que el equipo pudo desentrañar. [1]
La única instalación en el hemisferio sur capaz de captar la forma de una supernova a través de tal medición es el instrumento FORS2 instalado en el VLT. Con los datos de FORS2, el equipo de astrónomos observó que la explosión inicial de material tenía forma de aceituna. A medida que la explosión se extendió hacia afuera y chocó con la materia presente alrededor de la estrella, la forma se aplanó, pero el eje de simetría de la eyección permaneció igual. "Estos hallazgos sugieren un mecanismo físico común que impulsa la explosión de muchas estrellas masivas, que manifiesta una simetría axial bien definida y actúa a grandes escalas", recalca Yang.
Con este conocimiento, la comunidad astronómica ya puede descartar algunos de los modelos actuales de supernovas y agregar nueva información para mejorar otros, proporcionando información sobre las potentes muertes de estrellas masivas. "Este descubrimiento no solo remodela nuestra comprensión de las explosiones estelares, sino que también demuestra lo que se puede lograr cuando la ciencia trasciende las fronteras", dice el coautor y astrónomo de ESO, Ferdinando Patat. "Es un poderoso recordatorio de que la curiosidad, la colaboración y la acción rápida pueden desbloquear conocimientos profundos sobre la física que da forma a nuestro Universo".
Notas
[1] Las partículas de luz (fotones) tienen una propiedad llamada polarización. En una esfera, la forma de la mayoría de las estrellas, la polarización de los fotones individuales se cancela, de modo que la polarización neta del objeto es cero. Cuando la comunidad astronómica mide una polarización neta distinta de cero, puede usar esa medida para inferir la forma del objeto (una estrella o una supernova), que emite la luz observada.
Esta investigación fue presentada en un artículo que aparecerá en Science Advances (doi: 10.1126/sciadv.adx2925).
El equipo está compuesto por Y. Yang (Departamento de Física, Universidad de Tsinghua, China [Universidad de Tsinghua]), X. Wen (Escuela de Física y Astronomía, Universidad Normal de Beijing, China [Universidad Normal de Beijing] y Universidad de Tsinghua), L. Wang (Departamento de Física y Astronomía, Universidad de Texas A&M, EE. UU. [Universidad de Texas A&M] y George P. y Cynthia Woods Mitchell Institute for Fundamental Physics & Astronomy Texas A&M University, EE.UU. [IFPA Texas A&M University]), D. Baade (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Sur, Alemania [ESO]), J. C. Wheeler (Universidad de Texas en Austin, EE.UU.), A. V. Filippenko (Departamento de Astronomía, Universidad de California, Berkeley, EE.UU. [UC Berkeley] e Instituto Hagler de Estudios Avanzados, Universidad de Texas A&M, EE.UU.), A. Gal-Yam (Departamento de Física de Partículas y Astrofísica, Instituto Weizmann de Ciencias, Israel), J. Maund (Departamento de Física, Royal Holloway, Universidad de Londres, Reino Unido), S. Schulze (Centro de Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica, Universidad Northwestern, EE.UU.), X. Wang (Universidad de Tsinghua), C. Ashall (Departamento de Física, Virginia Tech, EE.UU. e Instituto de Astronomía, Universidad de Hawái en Manoa, EE.UU.), M. Bulla (Departamento de Física y Ciencias de la Tierra, Universidad de Ferrara, Italia e INFN, Sezione di Ferrara, Italia e INAF, Osservatorio Astronomico d'Abruzzo, Italia), A. Cikota (Observatorio Gemini/NSF NOIRLab, Chile), H. Gao (Universidad Normal de Beijing e Instituto para la Frontera en Astronomía y Astrofísica, Universidad Normal de Beijing, China), P. Hoeflich (Departamento de Física, Universidad Estatal de Florida, EE. UU.), G. LI (Universidad de Tsinghua), D. Mishra (Universidad de Texas A&M y Universidad IFPA de Texas A&M), Ferdinando Patat (ESO), K. C. Patra (California y Departamento de Astronomía y Astrofísica, Universidad de California, Santa Cruz, EE.UU.), S. S. Vasylyev (UC Berkeley), S. Yan (Universidad de Tsinghua).
El Observatorio Europeo Austral (ESO) pone a disposición de la comunidad científica mundial los medios necesarios para desvelar los secretos del Universo en beneficio de todos. Diseñamos, construimos y operamos observatorios de vanguardia basados en tierra -utilizados por la comunidad astronómica para abordar preguntas emocionantes y difundir la fascinación por la astronomía- y promovemos la colaboración internacional en astronomía. Establecida como organización intergubernamental en 1962, hoy ESO cuenta con el apoyo de 16 Estados Miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza), junto con Chile, país anfitrión, y con Australia como socio estratégico. La sede de ESO y su planetario y centro de visitantes, el ESO Supernova, se encuentran cerca de Múnich (Alemania), mientras que el desierto chileno de Atacama, un lugar maravilloso con condiciones únicas para observar el cielo, alberga nuestros telescopios. ESO opera tres sitios de observación: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), y telescopios de rastreo como VISTA. También en Paranal, ESO albergará y operará el Cherenkov Telescope Array South, el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. En Chajnantor, junto con socios internacionales, ESO opera ALMA, una instalación que observa los cielos en el rango milimétrico y submilimétrico. En Cerro Armazones, cerca de Paranal, estamos construyendo "el ojo más grande del mundo para mirar el cielo": el Telescopio Extremadamente Grande de ESO (ELT, Extremely Large Telescope). Desde nuestras oficinas en Santiago (Chile), apoyamos el desarrollo de nuestras operaciones en el país y nos comprometemos con los socios chilenos y con la sociedad chilena.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.